El máster es lo de menos
Se está opinando sobre quien ahora dirige un gran partido y aspira a presidir el Gobierno de España. La verdadera cuestión es si es capaz de engañar si le conviene. Si es persona de fuste y temple, o ha conseguido llegar a donde está no importa cómo. Este máster —y los prestigiosos títulos americanos conseguidos localmente y con esfuerzo muy limitado— solo indican su interés en aparentar, y eso es muestra de debilidad e inseguridad. Alguien así, ¿debe tener opción a presidir el Gobierno de todos? ¿no es posible que si llegara podría actuar de igual forma dirigiendo nuestros asuntos y en nuestro nombre? ¿Es la persona formada, cabal, sólida y templada que necesitamos —sea del partido que sea— para presidir nuestros Gobiernos?
Estas son las razones —y no concretamente un máster, que ahora sirve para desviar la atención— por las que en otros países y ante una duda razonable, los políticos, considerando que han perdido el respaldo para esa función, se sienten obligados a dimitir.— Eliseo Pascual Gómez. Alicante.
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