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Muere ‘Zsa Zsa’, oficialmente el perro más feo del mundo

La hembra de bulldog inglés, de 9 años, había vivido en una perrera hasta que la adoptó su nueva dueña

'Zsa Zsa' y su dueña, en junio, cuando la perra ganó el galardón del perro más feo del mundo.Vídeo: REUTERS

Zsa Zsa era tan fea que nadie la quería. Había pasado toda la vida en una perrera de Misuri y fue vendida casi al peso, en un remate, en el que tuvo la suerte de encontrar una nueva dueña, Megan Brainard, de Anoka (Minnesota). Esta fue quien bautizó a esta bulldog inglesa con el nombre de la célebre actriz Zsa Zsa Gabor, porque pensaba que era un animal "tan feo que es lindo". Hace solo unas semanas, este ejemplar de lengua hasta el suelo, dientes salidos, cara arrugada y patas extremadamente zambas se alzó con el título de "el perro más feo del mundo" en el certamen que se celebró el 23 de junio en Petaluma (California). Pero ha podido disfrutar poco del galardón: Zsa Zsa ha muerto este martes mientras dormía.

La perra de nueve años falleció en la mañana del martes mientras dormía, informó su dueña Megan Brainard a los medios estadounidenses. "Todavía estoy en shock", aseguró Brainard a la cadena HLN. "Aún ni siquiera había procesado su victoria y su fama", informa France Presse.

Zsa Zsa, el pasado 23 de junio en Petalum.
Zsa Zsa, el pasado 23 de junio en Petalum.Jeff Chiu (AP)

La perra había ganado el galardón en una dura pugna de animales realmente feos. Había arrebatado el galardón a Rascal Deux, que llegó al concurso con gafas de sol y una manta de leopardo para cubrir su piel, que carece de pelo salvo en una cresta larga y cana en la cabeza. Zsa Zsa heredaba así la corona que el año anterior portó Martha, una mastín napolitana de ojos rojos, orejas caídas y mofletes grises y arrugados. El ganador obtuvo un premio de 1.500 dólares y un pasaje en avión para animal y dueña para viajar a Nueva York y lucirse en las televisiones y las medias.

El concurso, en su aparente frivolidad, se convoca desde hace más de 50 años para promover la adopción de perros a los que nadie quiere. Y a la pobre Zsa Zsa nadie la quiso hasta que la adoptó Bainard, que adoraba su larga lengua y no le importaban sus babas, ya que el animal no podía contener ni la una ni las otras debido a los problemas que sufría de mandíbula y al hecho de que sus dientes superiores eran casi horizontales y los de abajo eran puntiagudos y dispersos. 

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