La pasarela de Madrid, al calor de la duda
Los desfiles de primavera/verano 2019 de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid llegan con algunos de sus protagonistas descontentos y descolgados del nuevo calendario oficial
Este va a ser un largo aunque no especialmente cálido verano para la moda española. Al menos en términos institucionales. El adelanto de fechas para las presentaciones de las colecciones de la próxima temporada estival es, desde luego, una cuestión candente. Sin embargo, una fría ola de escepticismo recorre la edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWM) que arrancaba de forma oficiosa este miércoles.
"No puedo negar que no comparto muchos aspectos de la nueva organización de la MBFWM, que creo que nos perjudican a los diseñadores y, por ende, a la moda española", concedía Juana Martín a este diario, horas antes de su desfile off-off. La diseñadora cordobesa, que debutó en Ifema en 2005, se descolgaba por primera vez del calendario dos días antes de su inicio con un órdago personal: The Cure, iniciativa a beneficio de la Fundación GEICAM en su lucha contra el cáncer de mamá. "Conozco de cerca la causa y la posibilidad que tengo de ayudar desde mi posición es esta. Pero para poder realizar el desfile era necesario desvincularnos de la pasarela oficial", explica a propósito del motivo principal de su decisión, que también pasa por presentar una sofisticada colección crucero. "Pero es cierto que se trata de fechas complicadas. Este es un momento en que estamos muy ocupados con nuestras clientas: entrega de trajes de novia, citas para eventos de septiembre y octubre, seguir yendo a París...", continúa. "Nos afecta en cuanto a organización, aunque todo es adaptarse y coger el nuevo ritmo".
La sombra de la duda ante el rumbo de la semana de la moda madrileña planea igualmente sobre las ausencias más sonadas de esta edición: Alvarno, Pepa Salazar y ManéMané. El dúo formado por Álvaro Castejón y Arnaud Maillard, que sí participó en el reciente Mercedes-Benz Fashion Weekend Ibiza (la plataforma con vocación internacional orquestada por Ifema, Mercedes Benz y el emporio Ushuaïa del clan Matutes para la exhibición de las líneas crucero, a finales de mayo), ya informó hace unos meses de su retirada momentánea para centrarse en un nuevo proyecto, si bien no oculta su disconformidad con la situación actual, hartos de "no ver resultados a pesar de tanto esfuerzo e inversión". Por su parte, Salazar y el extremeño Miguel Becer, alma de ManéMané barajan mostrar sus propuestas para la primavera/verano 2019 en septiembre.
"Antes de tomar la decisión tuve un encuentro con la mayor parte de los diseñadores para explicarles el porqué. Me reuní con ellos uno a uno. Me hubiera gustado que entonces me expresaran su escepticismo", expone Charo Izquierdo, directora de MBFWM y de ferias de moda y belleza de Ifema, que asegura no estar al tanto del descontento. "Entiendo que cambiar cuesta mucho, por eso les agradezco el trabajo duro que están realizando. Pero esto es algo de lo que ya venimos hablando desde marzo de 2017, con la intención de que Madrid tenga por fin su lugar en el mapa de la moda internacional. Claro que yo no soy infalible, ni creo en la infalibilidad".
"Cuando se presenta la temporada primavera/verano, interesa tener un periodo de ventas lo más amplio posible. Es la campaña más larga y económicamente rentable", afirma Pilar Torrecillas, creadora de la firma Pilar Dalbat, que inauguraba el programa Off el viernes por la mañana con una exploración de las relaciones indumentarias hispano-musulmanas en sorprendente formato de desfile silencioso (invitados, prensa y modelos equipados/aislados con unos auriculares en los que se escuchaba la introducción a la colección y la música que la acompañaba, en la Casa Árabe). Conocedora del sistema de showrooms y ferias internacionales, para la granadina el cambio de fechas sí supone "un avance". "Todo se adelanta cada vez más, con lo que, si se desfila tarde, muchos compradores han consumido sus presupuestos y, aunque les guste lo que ven, ya no van a hacer pedidos", explica.
Para el caso, la expectación crecía de tarde con el debut de Daniel Rabaneda como director creativo de Ángel Schlesser. El joven diseñador sevillano (Marchena, 1986) apenas ha tenido cuatro meses para desarrollar una colección que, en realidad, es una misión: rejuvenecer los códigos de la firma. Con las cuitas judiciales entre su fundador —el cántabro Ángel Fernández Ovejero— y su socio mayoritario desde 2016 —el empresario Oscar Areces— de fondo, ha sacado adelante una propuesta que mira hacia adelante desestructurando patrones y aportando fluidez a la silueta.
"Todavía es pronto para hablar de grandes cambios. Hay que ir poco a poco para no asustar a las clientas", razona el creador. El adelanto del calendario tampoco ha jugado en su favor: "Como estrategia, es idílica. Ahora habrá que ver cómo resulta de práctica. Al final, yo siempre me hago la misma pregunta: ¿a quién le importa la semana de la moda española por ahí fuera?".
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