Una cazadora exhibe una jirafa muerta como trofeo y la llaman “neandertal”
La mujer ha alegado tras la polémica que mató al ejemplar para que no siguiera atacando a hembras jóvenes
Después de haber matado a una jirafa, Tess Thompson Talley, una mujer estadounidense que estaba de viaje en África del Sur, se hizo una foto con lo que consideraba un trofeo. Las imágenes, recogidas por el portal de noticias Africa Digest este 16 de junio, han desatado una ola de indignación en las redes sociales. La turista norteamericana se justificó alegando que la jirafa era muy mayor para procrear y que había matado a otras dos hembras jóvenes. Además, añadió que se trata de una especie cuya conservación depende del dinero aportado por los programas de caza.
"Una salvaje blanca estadounidense, que es en parte una neandertal, viene a África y dispara a una jirafa negra muy rara, cortesía de la estupidez de Sudáfrica", contó el medio digital con un tuit. El animal tenía 18 años y pesaba más de una tonelada, según la norteamericana.
Sus fotos, en las que Thompson Talley aparece tanto de pie como agachada junto al cuerpo del mamífero, fueron publicadas hace más de un año. La cazadora las acompañó con mensajes en los que da las gracias por haber logrado el trofeo. "¡Las oraciones por la caza de mis sueños se hicieron realidad hoy! Descubrí esta rara jirafa negra y la aceché por un buen rato. Sabía que era la elegida. Tenía más de 18 años, 4.000 libras (1.814 kilos) y fue bendecida por dar 2.000 libras (907 kilos) de carne".
Tras la polémica por la difusión de las imágenes, la mujer, originaria de Kentucky, explicó sus motivos a la cadena de noticias estadounidense Fox News. En un correo electrónico, aseguró que el animal es una subespecie de jirafa sudafricana y su población "está aumentando debido, en parte, a los cazadores y los esfuerzos de conservación pagados en gran parte por los grandes eventos de caza". "La raza no es rara de ninguna manera y demás el animal era muy viejo. Las jirafas se oscurecen con la edad", añade. Talley ha insistido en que lo suyo no era una caza con motivos de diversión sino que lo que pretendía conservar la especie porque había atacado a otras dos hembras más jóvenes y estaba impidiendo que tuvieran crías.
En los últimos 30 años, la población de jirafas ha bajado alrededor de un 40%, según alertó en diciembre de 2016 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Entre las causas de la reducción de ejemplares, la organización identificó el aumento de la población humana en sus hábitats, aunque también citó la caza ilegal.
En Estados Unidos, según recoge Univisión, la caza de trofeos en el extranjero ha generado polémica. Por un lado, los grupos de conservación y bienestar de animales han pedido que el Gobierno rechace los permisos de importación de leones sudafricanos. Por el otro, grupos de presión de cazadores aducen que las especies amenazadas podrían extinguirse sin el aporte económico de programas de conservación financiados por estadounidenses ricos cuyo objetivo final es la caza.
El pasado marzo, el Gobierno de Estados Unidos dio un paso para permitir a los cazadores importar trofeos de caza, incluidos colmillos de elefante y pieles de león, adquiridos en ciertos países africanos con aprobaciones otorgadas de forma individual, según recoge The New York Times.
White american savage who is partly a neanderthal comes to Africa and shoot down a very rare black giraffe coutrsey of South Africa stupidity. Her name is Tess Thompson Talley. Please share pic.twitter.com/hSK93DOOaz
— AfricaDigest (@africlandpost) June 16, 2018
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