Capturar el estilo español
Desde el clasicismo de Outumuro, al servicio de los diseños de Lydia Delgado, hasta la energía de Gorka Postigo retratando a Davidelfin. La exposición '¡Moda! Diseño español a través de la fotografía' rememora la relación entre estas dos disciplinas desde comienzos del siglo XX.
EL MUSEU DEL DISSENY de Barcelona fue el pionero. En 2016 presentó su colección de fotografía española de moda en una muestra que denominó Distinción, un siglo de fotografía de moda, un riguroso itinerario histórico por la producción de los fotógrafos españoles del siglo XX especializados en este sector. Ahora, en el marco de su vigésima edición, el festival PHotoEspaña ha programado hasta el 23 de septiembre en el Museo del Traje de Madrid la exposición ¡Moda! Diseño español a través de la fotografía. La muestra se enfoca hacia la moda española de ese mismo periodo con imágenes realizadas también por fotógrafos extranjeros. En ambos casos, el material expuesto es fundamentalmente análogo. Esta coincidencia parece insinuar que la fotografía de moda ha conquistado las a menudo ásperas instituciones culturales españolas.
La crisis económica ha tenido efectos devastadores en la prensa de moda: las ventas en quioscos han decaído, su cartera de anunciantes se ha reducido de forma drástica y los grupos editoriales se han visto obligados a practicar recortes en los presupuestos de los siempre costosos editoriales fotográficos. En esta coyuntura, también hay que considerar la competencia feroz de las redes sociales, que se han constituido en un vigoroso medio de promoción. La fotografía de moda tradicional comienza a tambalearse ante la abrumadora eficacia publicitaria de apps como Instagram: en la valoración profesional de un fotógrafo se consideran, sobre todo, los editoriales que haya publicado en revistas, pero también su número de followers.
Desde hace algunos años, la prensa especializada se encuentra inmersa en un arduo proceso de redefinición digital para ofrecer a la moda un soporte renovado que, sin contradecir sus rasgos más genuinos, sea capaz de difundir sus imágenes de forma efectiva… Pero ¿cómo emular en Internet, por ejemplo, la potencia icónica y la significación cultural de una portada en papel? Además, perpetuamente situada en la turbulenta encrucijada de la industria, el comercio y el arte, la moda se ha mostrado indefensa ante la apisonadora de un pujante neoliberalismo económico-cultural que ha priorizado sus aspectos más mercantiles en detrimento de los propiamente creativos.
La fotografía de moda requiere una sensibilidad específica para plasmar ideas como el encanto o el estilo
En el polarizado mercado actual de la moda, las marcas low cost cuentan poco con la prensa tradicional en sus estrategias publicitarias, pero las firmas de lujo aún valoran las revistas como un canal promocional privilegiado. Al fin y al cabo, el grueso de su facturación no procede aún de los “nativos digitales”, sino de consumidores adultos para los que la prensa impresa tiene estatus de fetiche cultural y que, aunque usan cotidianamente las nuevas tecnologías, no renuncian a entretener sus viajes con un periódico o a hojear una revista en la sala de espera del dentista. Las cuentas publicitarias de las grandes marcas han adquirido así una preeminencia en la financiación de la prensa de moda que les ha permitido diversos modos de injerencia en la independencia creativa que fotógrafos, estilistas o directores de moda derrochaban en otros tiempos desde las cabeceras internacionales de renombre.
Por otra parte, escasean los catálogos fotográficos que muchas de las marcas más prestigiosas solían publicar cada temporada. Próximos al artbook, caros y minoritarios, los catálogos fueron codiciados artefactos publicitarios en los años ochenta y noventa, que presentaban colaboraciones de alto voltaje artístico entre modistas, fotógrafos y diseñadores gráficos. Son memorables los que Nick Knight y Peter Saville realizaron para Yohji Yamamoto y Jil Sander; o Javier Vallhonrat y Juan Gatti para Sybilla o Martine Sitbon.
En las fotografías que exhibe el Museo del Traje, encontraremos gloriosos ejemplos del antiguo e indisoluble vínculo que une la fotografía con la moda. Para los modistas, fotografiar sus colecciones significa sacarlas por fin del espacio ensimismado y protegido del estudio o el taller para confrontarlas con el mundo real. Es también entregarlas a la interpretación de un fotógrafo y un editor, y someterlas a la construcción de una narrativa que les insufle vida. Para los fotógrafos, hacer moda supone adentrarse en una disciplina profesional en la que la elección de la iluminación adecuada o el encuadre idóneo no es suficiente, que trasciende el punto de vista meramente publicitario y que precisa de una sensibilidad específica para plasmar sutiles mensajes relacionados con ideas tan subjetivas e ilusorias como el encanto, la elegancia o el estilo.
A pesar de que, salvo históricas excepciones, la relevancia internacional de la moda española es limitada y bastante reciente, en ¡Moda! Diseño español a través de la fotografía podremos admirar imágenes de grandes como Horst, Lindbergh, Meisel, Clarke o Hoyningen-Huene. Disfrutaremos también del sesgo fashion que el pionero Ortiz-Echagüe imprimió a sus reportajes etnográficos sobre la indumentaria española tradicional, de la sorprendente modernidad (en plena dictadura) de los fotógrafos catalanes de la gauche divine, de las personalísimas texturas de Vallhonrat, del elegante clasicismo de Ferrater y Outumuro, del deslumbrante universo iconográfico de Juan Gatti, de la enérgica contemporaneidad de los jóvenes Recuenco, Postigo, Valiente… En sus fotos, veremos a Veroushka, Bimba Bosé, la duquesa de Alba, los hermanos Palau, Linda Evangelista o Lisa Fonssagrives-Penn vestidos por Lanvin-Castillo, Sybilla, Carmen Mir, Manuel Piña, Adrover, Pertegaz, Delpozo, Paco Rabanne, Davidelfin… En fin, un planazo.
Fotografías de la exposición
¡Moda! Diseño español a través de la fotografía
, incluida en la sección oficial de PhotoEspaña 2018 y de la publicación del mismo título editada por La Fábrica.
¡Moda! Diseño español a través de la fotografía
. Museo del Traje de Madrid. Hasta el 23 de septiembre.
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