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Un nuevo medicamento puede salvar miles de vidas en el parto

Un antihemorrágico capaz de soportar altas temperaturas se perfila como un sustituto de la oxitocina en países cálidos de ingresos medios y bajos

Parir ha sido una actividad de alto riesgo durante buena parte de la historia.
Parir ha sido una actividad de alto riesgo durante buena parte de la historia. PIXABAY
Pablo Linde
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Parir ha sido una actividad de alto riesgo para millones de mujeres durante prácticamente toda la historia de la humanidad. Higiene, antisépticos, cesáreas seguras, partos programados, control antes del alumbramiento y diversos fármacos en caso de complicaciones han conseguido una enorme reducción de las muertes de madres mientras dan a luz. Uno de ellos es la oxitocina, una hormona que segrega el cuerpo humano en este trance, pero que también se inyecta en caso de necesidad para inducir el parto y controlar hemorragias, entre otras indicaciones.

Este fármaco funciona perfectamente en países ricos y fríos, donde mantenerlo entre 2 y 8 grados centígrados no supone ningún problema. Pero en lugares cálidos con bajos recursos, guardarlo a estas temperaturas es prácticamente una quimera, con lo que la efectividad para reducir el sangrado se reduce considerablemente. Este es uno de los (muchos) motivos por los que en España la mortalidad materna es de cinco por cada 100.000 nacidos vivos, mientras que, por ejemplo, en Sierra Leona, es de más de 1.300, según datos del Banco Mundial.

Un nuevo medicamento soluciona este problema, según los ensayos que ha liderado la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que acaba de publicar en el New England Journal of Medicine: es la carbetocina (un compuesto que imita el funcionamiento de la oxitocina) estable en calor, que en los ensayos se ha mostrado tan efectiva a la hora de cortar las hemorragias como la oxitocina y aguanta durante tres años a una temperatura de 30 grados centígrados y un 75% de humedad.

Es un hallazgo que puede salvar “miles de vidas”, según un comunicado difundido este miércoles por la OMS. Cada año, según los cálculos de la organización, mueren en el mundo 70.000 mujeres por complicaciones de sangrado durante el parto, lo que, además, también incrementa el riesgo del fallecimiento del bebé en el siguiente mes. “Este hallazgo puede revolucionar la capacidad para mantener con vida a madres y niños”, asegura en la nota Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la organización.

Cada año mueren 70.000 mujeres en el mundo por complicaciones de sangrado durante el parto

El ensayo clínico —en el que también están implicadas las farmacéuticas MSD for Mothers y Ferring— es el mayor de este tipo hasta la fecha. Han participado más de 30.000 parturientas de 10 países: Argentina, Egipto, India, Kenia, Nigeria, Singapur, Sudáfrica Tailandia, Uganda y Reino Unido. A cada mujer se le inyectó oxitocina o carbetocina estable, de forma aleatoria. La conclusión es que ambas son igual de eficaces, aunque la OMS advierte de que los beneficios del nuevo fármaco pueden estar infravalorándose, puesto que las temperaturas de la oxitocina en las pruebas eran las adecuadas para que funcione perfectamente, algo que no siempre sucede.

El nuevo medicamento todavía no cuenta con autorización para su uso fuera de los ensayos clínicos así que, tras esta evidencia, los países se tendrán que poner en marcha para aprobarlo y la OMS para estudiar si lo recomienda de manera oficial. Todo parece indicar que así será. "El desarrollo de un fármaco para prevenir la hemorragia posparto que continúa siendo efectivo en condiciones cálidas y húmedas es una muy buena noticia para los millones de mujeres que dan a luz en partes del mundo sin acceso a refrigeración estable", ha asegurado Metin Gülmezoglu, del Departamento de Salud Reproductiva e Investigación de este organismo.

El refrigerado de los medicamentos y las vacunas es uno de los grandes problemas de los países en desarrollo. A menudo, más que el suministro y la compra de los fármacos, es la falta de una infraestructura que mantenga la cadena del frío la que impide que llegue a quienes los necesitan. En los últimos años, además de drogas resistentes, se están investigando mecanismos baratos para mantener las temperaturas bajas sin necesidad de un suministro eléctrico continuo. Recientemente, la Fundación Bill y Melinda Gates presentó Indigo, un dispositivo que tiene precisamente este fin y que, en palabras del filántropo, puede suponer "una revolución" a la hora de llevar inmunizaciones a los niños que las necesitan.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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