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La clave del éxito del matrimonio de Nicole Kidman y Keith Urban está en el WhatsApp

La actriz, que ha cumplido 12 años de matrimonio con el cantante, acaba de revelar en una entrevista el secreto que ha hecho que su relación con Urban sea una de las más estables de Hollywood

Nicole Kidman y Keith Urban en los ACM Awards (los premios de la música country) celebrados en abril de 2018.
Nicole Kidman y Keith Urban en los ACM Awards (los premios de la música country) celebrados en abril de 2018.Cordon Press

Nicole Kidman (Honolulu, 1967) y Keith Urban (Whangarei, Nueva Zelanda, 1967) son una de las parejas más estables del mundo del espectáculo. El matrimonio de la actriz australiana con el cantante country ha superado en duración al que le unió a Tom Cruise: llevan doce años juntos, en contraposición a los once (entre 1990 y 2001) que duró casada con el actor.

"Nos comunicamos voz a voz y piel a piel. Hablamos todo el rato y sí que usamos FaceTime, pero no nos mandamos mensajes porque creo que a menudo el texto puede llevar a equívocos" Nicole Kidman

¿Pero cuál es la clave? Como en cualquier relación, el éxito del matrimonio será la suma de muchas, pero en una entrevista con la web de entretenimiento Parade, Kidman ha revelado una muy interesante: Urban y ella nunca se han enviado un mensaje de texto. “No nos escribimos. Nos llamamos. Y así durante 12 años de matrimonio. Nunca nos hemos escrito un mensaje, ese no es nuestro tipo de relación. Interesante, ¿no? Todo empezó porque yo ni siquiera sabía enviar un mensaje través del móvil y así es como empezó a funcionar ente nosotros. Así que seguimos sin hacerlo. Nos comunicamos voz a voz y piel a piel. Hablamos todo el rato y sí que usamos FaceTime, pero no nos mandamos mensajes porque creo que a menudo el texto puede llevar a equívocos. Y ya me ha pasado, en ocasiones, que releo un mensaje y me pregunto: ‘¿Qué significa esto?’. Y tengo que leérselo a alguien para ver qué interpretan. Yo no quiero eso entre mi amante y yo”.

¿Tiene sentido la actitud de Keith y Nicole? Muchos estudios han cubierto el proceloso mundo que une la tecnología y el amor. En un artículo de la web especializada Psychology Today, la doctora Theresa E. DiDonato explica que los mensajes pueden crear una dinámica que lleva a la desestabilización de la pareja: cuanto más escribe uno de sus miembros, más obligación siente el otro de responder. La relación solo es sana si el balance entre la comunicación es equilibrado, pero si uno de los individuos siente que la obligación de responder le hace renunciar a otras actividades o afecta a su vida social, comenzarán los problemas.

Añade, además, que la ausencia de señales no verbales (como pueden ser una sonrisa, el tono irónico o el deje cariñoso) lleva a que los mensajes puedan ser malinterpretados, como indicaba Kidman en la entrevista. Sin embargo, en el mismo artículo también se aclara que precisamente esa limpieza en el mensaje (un texto escrito, sin más) puede hacer que aquello que queremos decir quede más claro que si lo decimos en persona. Por ejemplo: el mensaje no es espontáneo, uno se piensa las palabras antes de escribirlas y eso nos salva de decir algo fruto de las prisas o la ira. Por esto, según algunos estudios, muchas parejas jóvenes eligen este medio para enviarse mensajes importantes, que van desde pedirse perdón tras un desencuentro a, incluso, acabar con la relación. Mensajes que costaría mucho más dar cara a cara.

La tecnología no solo ha añadido una nueva dimensión a los problemas de pareja, sino que ha añadido algunos nuevos. En 2018 se ha empezado a hablar del “cricketing”, un término en inglés que hace alusión al canto de los grillos y, como esa figura indica, se usa para definir ese momento en el que ignoramos los mensajes de la pareja. En una entrevista en la edición estadounidense del HuffPost, el terapeuta de parejas Kurt Smith contó que muchas de las parejas que acuden a su consulta tienen problemas porque uno siente que el otro no responde a sus mensajes. “Veo tanto a hombres como a mujeres usando mal ese medio de comunicación y recurrir a un método pasivo-agresivo, que es no responder. Ser ignorado no es solo una falta de respeto, también de amor”. Tomemos nota: si una pareja no quiere usar el WhatsApp, fantástico. Pero si decide usarla, hagamos el favor de responder. 

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