Ministrable
Lo diré sin ambages, presidente Sánchez: quiero ser ministro, ministro del humor
Querido Pedro Sánchez,
Supongo que estará liado, por lo que no le quiero quitar mucho tiempo. ¿Qué tal todo? ¿Está contento con sus ministros? ¿Le apetece tener más?
No es que tenga pocos, —además estamos de acuerdo en que todos son fetén— pero a lo mejor, con esto de los ministros es mejor pasarse que quedarse corto. Lo digo porque si necesitara otro, yo tengo un amigo que sería un candidato ideal. Tiene todo lo que un ministro renovador puede desear: sonrisa luminosa, ojos penetrantes y un chasis de aquí te espero. Además le sientan de maravilla los tonos rojos —en especial el bermellón y el rojo atardecer—; domina a la perfección el castellano —también habla bastante bien el panocho, aunque no lo entiende— y se reconoce ante el espejo. Posee un carácter abierto y transversal, y si está lo suficientemente achispado tiene muestras de sincera generosidad. En lo único que hay que tener cuidado es en tres cosas: no exponerlo a la luz brillante, no mojarlo y no alimentarlo después de la media noche.
¿A quién pretendo engañar? No tengo ningún amigo así, estoy hablando de mí mismo. Lo diré sin ambages, presidente: quiero ser ministro, ministro del humor.
Supongo que le habrá sorprendido mi propuesta pero lo tengo todo bastante pensado. El juramento del cargo, por ejemplo, podría ser así:
- Yo, Joaquín Reyes, manchego lechoso natural de Albacete, juro cumplir fielmente las obligaciones del cargo, y respirar tu cuello despacito y decirte cosas al oído, para que te acuerdes si no estás conmigo.
También las que podrían ser las primeras medidas a tomar:
Prohibido contar chistes poniendo acentos que no son el tuyo.
Prohibido enviar fotos que al abrirlas sean el negro del WhatsApp.
Prohibido llamar cara anchoa a un repartidor.
Prohibido timbrar en los telefonillos para después salir corriendo.
Prohibido utilizar las siguientes expresiones: “En fin Serafín”, “Como mola la gramola”, “La caña de España” y “Me piro vampiro”.
Prohibido vestir a los animales de compañía.
Como ve tengo el trabajo muy adelantado. Si finalmente se decanta, decirle que la única semana libre que tengo es la primera de septiembre.
Un abrazo.
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