“Un Gobierno feminista, europeísta, progresista y de marcado perfil político”

Una democracia de mayor calidad

Se dedica últimamente el señor Hernando a recalcar que el nuevo Gobierno del PSOE es legal, pero no legítimo. Dejando al margen el hecho de que en un Estado de derecho legalidad y legitimidad son conceptos análogos, cabría recordarle que en una democracia representativa como la nuestra es en el Congreso donde reside la soberanía nacional, representada por los diputados elegidos por los ciudadanos mediante sufragio universal en comicios libres para hablar y decidir en su nombre, y que obtener el respaldo de esta cámara es tanto como obtenerlo de los propios ciudadanos. El señor Rajoy, expresidente legítimo, obtuvo el apoyo de ciento setenta de estos representantes; el señor Sánchez, el de ciento ochenta. Y si hablamos de salud democrática, cabe también decir que un Ejecutivo respaldado directamente por solo ochenta y cuatro diputados favorece la separación respecto del legislativo y fuerza que las decisiones de la cámara deban ser forzosamente transversales, negociadas, razonadas y asumidas por todos en aras del interés general, lo que significa un primer paso hacia la democracia deliberativa, una democracia de mayor calidad que la que ofrecen las mayorías absolutas.— David Barbas (Pamplona).

Ánimo, presidente

Pertenezco al nutrido grupo de indecisos. Admiro la valentía del presidente del Gobierno tras haber nominado un Ejecutivo con personas capaces de gestionar y acometer los graves problemas que tiene España. Cuenta ya con muchos como yo, con la mayoría de las mujeres españolas con las abuelas y abuelos y muchos jóvenes. Entre todos podemos apoyarle frente a las personas y partidos, unos fracasados y otros que hacen lo contrario de lo que predican quienes anteponen sus intereses personales a los de nuestro país. Ánimo. presidente.— José Manuel Caballero (Madrid).

Consejo de ministras y ministros

Bien. De acuerdo. Consejo de ministras y ministros. “El consejo” es masculino. ¿Le van a buscar el equivalente femenino? No ¿verdad? Pues hala. Ya vale. Como decía El Roto: A ver si alcanzamos de una vez la igualdad entre hombres y mujeres y nos dedicamos a la igualdad entre personas. — Mariano Ara (Zaragoza).

Un ministro de Cultura antitaurino

A medida que Pedro Sánchez iba comunicando el nombre de los ministros de su Gobierno, volvía a renacer la ilusión en muchos españoles por el proyecto socialista, hasta que llegó el jarro de agua fría en la figura del ministro de Cultura. Sin desmerecer la carrera literaria del Sr. Huerta y obviando sus participaciones en los programas de televisión más zafios, este señor ha manifestado en numerosas ocasiones que es antitaurino. Eso le inhabilita para ser ministro de Cultura, pues es desde este Ministerio desde donde se legisla todo lo referente a la tauromaquia. Salvo que este nombramiento sea un adelanto de lo que Sánchez desea hacer con este sector cultural. ¿Se imaginan lo que ocurriría si se nombra ministro de cultura a alguien que se declara enemigo del cine o de la literatura? Pues eso.— José Luis González García (Madrid).

Frankenstein, una criatura de ficción

Conocido el Gobierno diseñado por Sánchez, esas voces que hablaban de "Gobierno Frankenstein" deberán cambiar su discurso e inventar un nuevo 'mote' para referirse al flamante Gobierno. Yo lo definiría como un Gobierno feminista (obvio), europeísta, progresista y a la vez transversal, de marcado perfil político y también técnico en algunas áreas. Lo que en ningún caso se puede decir es que esté conformado por restos cadavéricos. Entre otras novedades, como la incorporación de figuras independientes, cabe destacar el paso más allá de la paridad al componerse por más mujeres que hombres (un 61 por ciento). Al margen de estas y otras valoraciones u opiniones que puedan verterse, lo importante de este Ejecutivo es que sea efectivo y efectista y que cumpla un mínimo de expectativas durante su recorrido, bien sea de unos meses o de dos años. ¿Se le concederá un margen de cien días?— José Manuel Fernández (Barcelona).