La familia Lafourcade lleva medio siglo rescatando del olvido viejas mansiones, castillos, abadías y bodegas vitivinícolas en desuso. Con paciencia, esmero, los mejores materiales y mucho dinero por medio, las transforman en propiedades de lujo para empresarios, financieros y artistas. Es la Provenza más discreta y escondida.
Porches restaurados del Château de Berne.Bruno SuetAlexandre, hijo de Dominique Lafourcade, máximo responsable de la firma.Bruno SuetUna de las mansiones provenzales restauradas por Lafourcade Architecture.Bruno SuetJardines italianos de la finca Les Confines, obra de Dominique Lafourcade.Bruno SuetDominique Lafourcade es la paisajista en los proyectos de recuperación de edificios.Bruno SuetUn dibujante de Lafourcade en plena tarea.Bruno SuetInterior del Château de Berne, en la Provenza.Bruno SuetLos baños del recién restaurado Château de Berne.Bruno SuetLámpara de Dominique Lafourcade construida con trozos de botellas de agua mineral.Bruno SuetDetalle de suelo original restaurado.Bruno SuetCapilla románica de la abadía de Pierredon, reconvertida en salón.Bruno SuetFachada de las bodegas restauradas de Fontenille.Bruno SuetPuerta de acceso al jardín de la abadía de Pierredon (siglo XIII), reconvertida en mansión de lujo por la familia Lafourcade.Bruno SuetHotel de Fontenille, en Lauris (Provenza). Otro de los proyectos de los Lafourcade.Bruno SuetEntrada del Château de Berne.Bruno SuetLos espectaculares jardines de la finca Les Confins en Saint-Rémy.Bruno Suet