Los expertos denuncian la falta de financiación contra las ‘superbacterias’
Un análisis de los fallecidos por bacterias resistentes a los antibióticos sugiere que cada año podrían morir 35.000 personas por esa causa en España
Cuando a mediados del siglo pasado se generalizó el uso de antibióticos se pensó que pronto sería posible acabar con las letales infecciones bacterianas. Pero quienes hicieron aquella previsión optimista no contaban con la capacidad de estos microorganismos para adaptarse. Hoy, algunos de ellos han desarrollado resistencias a gran parte de los antibióticos conocidos y se han convertido en un problema sanitario de grandes dimensiones.
Esta mañana, en el Colegio de Médicos de Madrid, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) ha publicado un estudio con el que pretenden dar una idea de la dimensión de la amenaza. Más de 35.000 personas afectadas por bacterias multirresistentes mueren cada año, afirmaban los responsables de la sociedad. El dato es una estimación obtenida a partir de los datos recogidos durante una semana de marzo de este año en 82 hospitales de España. En ese periodo y en esos centros se registró a 903 pacientes con este tipo de infección. De ellos, 177, uno de cada cinco, fallecieron durante el primer mes tras el diagnóstico de la infección. Las infecciones más frecuentes fueron las urinarias, las intraabdominales y las neumonías.
La extrapolación ofrece una cifra sorprendentemente elevada si se tienen en cuenta otras publicadas anteriormente sobre el problema. En el último informe sobre resistencias antimicrobianas de la Unión Europea, citado por el propio Cisneros durante la presentación, se calculaba que en toda Europa morían 25.000 personas por esta causa. Durante la presentación, se reconoció que los datos son "de mortalidad cruda", lo que significa que aunque los fallecidos sufrieron una infección, no fue esa necesariamente la causa última de su muerte. Las personas que sufren enfermedades graves o tienen una edad avanzada son más propensos a sufrir infecciones, así que es posible que se atribuya a una bacteria multirresistente la muerte de una persona que tenía, además de la infección, 95 años y cáncer.
Responsables de farmacia hospitalaria denuncia los problemas de abastecimiento de antibióticos
Junto a los datos, los responsables del trabajo señalaron deficiencias que agravan el problema y plantearon soluciones. “España es el primer país del mundo en uso de antibióticos y entre los primeros de Europa en presencia de resistencias bacterianas”, aseguraba José Miguel Cisneros, presidente de la SEIMC. “En nuestro país, una de cada dos peticiones de antibiótico es inadecuada”, continuaba. Uno de los motivos de esta carencia es, según el médico, que los antibióticos, a diferencia de otros fármacos como los antitumorales, los prescriben todos los facultativos, no solo los especialistas. Además de la dificultad intrínseca de que todos los médicos estén al día, “no hay financiación para formar a la gente para usar mejor los antibióticos”, apuntaba el también director de la Unidad de Gestión Clínica de Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Medicina Preventiva del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Desde el punto de vista de la especialización, Cisneros demandó a la ministra de Sanidad, Dolors Monserrat, que cree la especialidad de Enfermedades Infecciosas, una iniciativa que apoyaron todos los partidos del Parlamento en una proposición no de ley de noviembre de 2017. Ángel Asensio, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), también apuntó a otro aspecto de la especialización. “España cuenta con un insuficiente ratio de enfermeras dedicadas a controlar la infección y además, a diferencia de otros países de nuestro entorno, tienen una formación heterogénea porque tampoco hay una especialización”, afirmó.
Otra de las reclamaciones para el Gobierno es que se incluya una financiación específica del Plan Nacional de Resistencias a los Antibióticos (PRAN), que cuatro años después de su puesta en marcha no cuenta con una asignación en el proyecto de presupuestos que se están negociando ahora en el Parlamento. Por ofrecer una cifra, recordó los 49 millones de euros de dotación de un plan similar del Reino Unido entre 2013 y 2018.
Solo el 40% de los profesionales que tratan con pacientes cumplen la norma básica de higiene de enjuagarse las manos con alcohol
Miguel Ángel Calleja, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), puso énfasis en problemas como el desabastecimiento de antibióticos, algo “que ha sido especialmente grave durante el último año”. Además, afirmó que “hay pocos laboratorios que desarrollen fármacos innovadores” con los que hacer frente a las nuevas resistencias o combatir con más eficacia las antiguas.
Además de algunas mejoras técnicas, como las que ya se han implantado en algunos hospitales y permiten reducir el tiempo necesario para conocer con precisión el microbio que está afectando a un paciente, se habló sobre la necesidad de educación. Asensio estimaba que solo el 40% del personal que trata con los enfermos cumple con el requisito de higiene básico de enjuagarse las manos con alcohol para evitar pasar bacterias multirresistentes entre pacientes de un hospital. “Es como si solo el 40% de los conductores utilizasen el cinturón de seguridad”, ejemplificaba.
Por último, también se señaló la importancia de concienciar a los ciudadanos para que utilicen los antibióticos con mesura, terminando los tratamientos y evitando tomar los medicamentos en caso de duda. Así, se limitaría la creación de resistencias, porque cada vez que se toma un antibiótico y se abandona cuando cesan los síntomas de la enfermedad, se está ofreciendo un entrenamiento al patógeno que sobrevive y puede después transmitir la resistencia a otros. Esto es algo que también sucede en las granjas, uno de los entornos donde más nuevas resistencias aparecen y donde también es líder España.
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