Isak Andic, el señor Mango
La segunda empresa de moda española y la primera catalana es un clan familiar que empezó modestamente
“Educadísimo, amable y exquisito”. Así definen a Isak Andic (Estambul, 1953), el dueño de la segunda empresa textil española y la primera catalana, Mango. Un empresario que, cuentan, habla con todo el mundo y se salta jerarquías para conocer la opinión de los que trabajan en su compañía. Mantiene un trato muy cercano que muchos agradecen y que a veces ha conllevado cambios que han creado problemas. Quizá ese fue uno de los motivos que le llevó a delegar demasiado pronto en su hijo Jonathan y tener que regresar, al poco tiempo, para rescatar a la empresa, que entró en números rojos en 2016, con un resultado negativo de 61 millones de euros. Y eso que en 2014, la compañía, que no paraba de crecer, ganó 107 millones, que bajaron a solo cuatro millones en el ejercicio fiscal de 2015.
Como pasa con otros grupos de moda, este también está gestionado por un clan familiar que empezó modestamente. Ahora la empresa tiene más de 2.200 tiendas en 111 países de todo el mundo y cuenta con unos 15.000 empleados, de los cuales 2.000 trabajan en la sede de Palau-Solità i Plegamans (Barcelona), que recientemente se ha vendido a un grupo inversor. Eso sí, Mango seguira en las instalaciones como inquilino al menos 30 años. La firma cuenta con varias líneas de negocio con colecciones de mujer, hombre, niños y una división especializada en tallas grandes que denominan Violeta by Mango.
Isak y su hermano Nahman (Estambul, 1951) fueron los fundadores de la firma, creada en 1984. La primera tienda la abrieron en el céntrico paseo de Gràcia, en Barcelona. Pero antes ya había toda una historia de esfuerzo.
Isak Andic comenzo en el negocio de la moda en 1972 vendiendo a tiendas blusas bordadas a mano y hechas en Turquía. Él mismo las repartía en su proprio coche por toda España hasta que montó su propia tienda en la capital catalana. Le siguieron varias con diferentes nombres hasta que llegó Mango, un nombre que surgió de una fruta exótica que descubrió en Filipinas y que le gustó por su sonoridad. Siempre ha sido él, el encargado de llevar las riendas del negocio. Su hermano mayor, criador de caballosm se ocupa de la Yeguada Andic, instalada en Huelva desde 1985.
Las pasiones de Isak, en cambio, son navegar con su velero Nirvana Formentera, de 53 metros de eslora, con el que ha dado la vuelta al mundo, y el esquí, deporte al que también dedica mucho de su tiempo libre. Sus aficiones también han condicionado el destino de algunas de sus viviendas, ya que posee una casa en el Vall d’Aran, para estar cerca de la estación de Baqueira Beret, y es propietario de una mansión en Formentera cuya construcción, en una una zona de especial interés natural, ha generado polémica en la isla. Un caso aún pendiente de resolución porque el Tribunal Supremo ha ordenado revisar el expediente.
De su vida personal no quiere hablar ni que se hable. Se sabe que tiene su residencia habitual en Esplugues de Llobregat, muy cerca de Barcelona, en una zona de grandes casas donde ocupa una de las más espectaculares y que posee una buena colección de arte contemporáneo. Cuentan que es un hombre divertido a quien le gusta rodearse de su familia y amigos, pero siempre lejos de los focos mediáticos.
Solo se puede rastrear su trayectoria a partir de algunos de los cargos que ha ejercido: la presidencia del Instituto de Empresa Familiar o su participación en la junta del Círculo de Economía. También ha sido accionista y miembro del consejo de administración del Banco de Sabadell, de donde salió con resultados poco favorables, y como hombre de negocios se sabe que actualmente apuesta por su sociedad patrimonial, Punta Na, desde la que gestiona otras inversiones, mayoritariamente inmobiliarias.
Según la lista de la revista Forbes, el patrimonio de Andic pasó de 3.200 millones de euros en 2016 a 2.300 en 2017 y del cuarto puesto como hombre más rico de España al noveno. Es patrono de la Fundación Princesa de Asturias, de la Fundación Princesa de Girona, de la Fundación Elena Barraquer y del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC).
Los dos hermanos Andic llegaron muy jóvenes a Barcelona desde su Turquía natal de la mano de su familia y allí echaron raíces. Isak tiene tres hijos, Jonathan (1981), Judith (1982) y Sarah (1997), de su matrimonio con Neus Raig, de quien está separado desde hace años. Los dos mayores ya llevan tiempo en la empresa, donde han pasado por diferentes departamentos. Jonathan se encargó de la dirección de la línea masculina, HE by Mango y es vicepresidente ejecutivo y miembro del consejo de administración desde 2012. Quienes le conocen le atribuyen un carácter más sociable que a su padre pero también ha sido señalado como quien tomó algunas de las decisiones que han llevado al mal momento económico por el que pasa la empresa.
Judith también trabaja en la firma pero en el área de diseño y desarrollo de las colecciones Premium y Committed. Estudió Moda en el Instituto Europa de Design (IED), en Barcelona, donde su estilo de vida sencilla hizo que su origen pasara desapercibido y que lograra sorprender a sus compañeros el día que descubrieron que era hija del dueño del imperio Mango. La pequeña, Sarah, de temperamento más desinhibido como su hermano mayor, también ha apostado por estudiar diseño pero fuera de la ciudad. Los dos hermanos mayores viven en el paseo de Gràcia, el más lujoso de la capital catalana.
También trabaja en la compañía Violeta (1985), hija de Nahman, que dirige la línea Violeta by Mango, creada en 2014 para ofrecer moda a partir de la talla 40. Es la única del clan que ha concedido una entrevista al portal especializado Moda.es para hablar de la división que lleva su nombre. En ella cuenta que la idea de ampliar las tallas que ofrece Mango fue de Isak, que trabajaron juntos en el proyecto pero que la decisión final fue de su tío. Ha sido la excepción. No hay más entrevistas ni informaciones oficiales sobre la familia Andic, que incluso en redes sociales tienen sus perfiles bien cerrados, como casi todo en su vida.
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