_
_
_
_

El lado oscuro de los patitos de goma

Un estudio demuestra que estos juguetes están expuestos a contaminación y bacterias que pueden afectar a los usuarios potenciales: los niños

Los patitos de goma y sus riesgos.
Los patitos de goma y sus riesgos.Getty
C. G.
Más información
No me obedezcas, razona conmigo
En Nueva York los hombres podrán cambiar pañales en cualquier baño
¡Socorro, un bebé recién nacido! ¿Qué hago con el cordón? ¿Cuándo le baño?

El tándem niño–patito de goma–baño parece indestructible, ¿o no? Un último estudio publicado en Nature Microbiology puede terminar con tan idílico momento. Según sus conclusiones, “estos juguetes de baño que se usan en muchas casas están colonizados por densas biopelículas –ecosistema microbiano organizado, conformado por uno o varios microorganismos asociados a una superficie viva o inerte– compuestas por complejas comunidades bacterianas y fúngicas”. Esto no suena nada bien. La investigación, realizada por el Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnología Acuática (ETH Zurich) junto con la Universidad de Illinois, sostiene que usar estos animales de juguete suma varios factores de riesgo: los materiales plásticos, el agua potable, la contaminación externa microbiana –relacionada con microbios o relativos– y de nutrientes, y a unos usuarios potencialmente vulnerables: los bebés y niños. Esta no es la primera vez que se incide en la posible contaminación de estos juguetes. “Ya hace más de una década, el libro Slow death by rubber duck (Muerte lenta por patito de goma, por su traducción al español) incidió en los posibles riesgos de su uso, pero no existían, hasta ahora, datos científicos al respecto”, indica el estudio.

El análisis del actual se ha hecho a partir de la escenificación de 19 baños que, según los autores, representaban la realidad cotidiana que puede suceder en cualquier hogar. En él, los autores compararon los resultados con otros seis patitos idénticos, expuestos a condiciones controladas con agua limpia antes del baño y sucia a su término. “Tras el estudio, los patitos de goma que mostraron una mayor concentración de biopelículas bacterianas notables en su superficie interna fueron los que se usaron en baños reales”, sostienen. “Y la composición bacteriana fue diversa”, continúan, “mostrando muchos taxones –grupos en que se clasifican los seres vivos y se estructuran en una jerarquía de inclusión– raros en los juguetes usados en baños reales y comunidades bastante distintas en patitos utilizados en los baños controlados, con una notable diferencia entre las biopelículas de los juguetes en agua limpia y sucia”.

Según los resultados, los hongos fueron detectados en un 58% de los juguetes usados en baños reales y en el 100% de los baños controlados en agua sucia. “Basándonos en las comparaciones de agua limpia y sucia en los experimentos controlados, concluimos que las biopelículas infecciosas en los patitos de goma están influenciados por cuatro factores: la lixiviación –extracción de la materia soluble de una mezcla mediante la acción de un disolvente líquido– de carbono orgánico del material plástico flexible –cloruro de polivinilo (PVC) o caucho de silicona–; la calidad química y biológica del agua del grifo, los nutrientes adicionales de productos para el cuidado, y fluidos corporales humanos en el agua de baño, así como por las bacterias adicionales de la suciedad o del microbioma de los usuarios finales, en este casos, los niños”.

“La investigación tenía como fin describir las biopelículas de los patitos de goma, y así se ha hecho, pero se necesitan más estudios al respecto para conseguir una evaluación más detallada de los riesgos”, terminan.

¿Cómo limpiar los juguetes del baño?

Los pediatras recomiendan:

  • Limpiarlos por lo menos una vez al mes o cuando presenten signos de suciedad o decoloración.

  • Tener cuidado con los muñecos que tienen un agujero ya que entra agua y son más propensos al moho. Los expertos son muy reacios a este tipo de juguetes.

  • Los que son duros son los más fáciles de limpiar ya que son permeables. Según los expertos, lo mejor es que, después de cada baño, se metan en agua caliente, luego se sequen en una toalla limpia y abrir la puerta del baño para que salga la humedad. Si tiene moho, los expertos recomiendan frotar con un cepillo, por ejemplo. Incluso, tirarlo. Además, una vez al mes, meter los juguetes en vinagre, agua caliente y un poco de jabón de lavavajillas.

  • Los que son blandos suelen ser los favoritos de los niños, pero los que más se ensucian. Una vez al mes, hay que meter todos los juguetes en un bol con vinagre y apachurrarlos, varias veces, de forma que le sacamos el aire y el agua. Cambiar el vinagre y dejarlos por la noche sumergidos. Por la mañana, debemos pasar los muñecos a otro recipiente con agua limpia, y repetir el proceso de aplastar y sacar. Repetir el proceso lo que sea necesario. Hay que asegurarse de que no queda nada, si dudamos, lo mejor es no usarlo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

C. G.
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_