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Elisabet Prats, química: “Los niños deben aprender que la ciencia tiene una aplicación real para que no crean que no sirve para nada”

La doctora en Química y divulgadora considera que la infancia, con su curiosidad, tiene una relación innata con el conocimiento científico, pero recuerda que también hay que responder a las preguntas de los más pequeños, ayudarles a buscar respuestas y a tolerar la frustración para que no pierdan la motivación con estas materias

Elisabeth Prats, química
Elisabeth Prats explica la ciencia y su utilidad diaria de una manera sencilla, comprensible y con humor, sobre todo a los niños y a los adolescentes.The Fotoshop (The Fotoshop)

A Elisabet Prats, (Barcelona, 43 años) no le valían las explicaciones sencillas que recibía cuando formulaba una pregunta a sus padres o a sus profesores. Siempre necesitaba saber más. “A mí la curiosidad me despertó la pasión por las ciencias”, afirma por videollamada a EL PAÍS. Esa curiosidad es la que la llevó a estudiar Químicas, aunque admite que le costaban, y convertirse en una de las científicas que participó en el proyecto Europeo Graphene Flagship, donde estudió las posibilidades del grafeno de dispositivos biomédicos en el cerebro. Un trabajo que no solo le ha permitido especializarse en el cerebro, sino que “ha abierto un campo a más enfermedades”, asegura y que ahora investiga a través del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) en el Instituto de Microelectrónica de Barcelona.

Pero explicar la ciencia y su utilidad diaria de una manera sencilla, comprensible y con humor, sobre todo a los niños y a los adolescentes, sigue siendo un terreno que muy pocos se atreven a explorar. Por eso, junto a otros compañeros científicos, Prats forma parte del grupo de divulgación BigVan Ciencia, muy presente en redes sociales: “Si es una herramienta que los chavales ven, hay que estar allí. No podemos pretender que ellos vengan donde estamos nosotros”, aclara la divulgadora. Prats también participa como colaboradora en el programa familiar Órbita Laika, en La 2, y forma parte de la exposición Enciclopedia de mujeres STEAM, creada por la escritora e ilustradora Sandra Uve y la química y doctora Núria Salán para visibilizar el papel de la mujer en la ciencia.

PREGUNTA. Los niños, ¿son grandes científicos en potencia?

RESPUESTA. Sí. Ellos tienen la ciencia innata. ¿Por qué tiran las cosas tantas veces? Porque quieren comprobar la ley de la gravedad. Ellos van haciendo ensayos a partir de la curiosidad y se van haciendo preguntas y, a medida que van evolucionando, ya te las pueden hacer de manera verbal. Son los mayores científicos que hay y buscan las respuestas, no tanto con un método científico, pero sí buscan esa curiosidad y cómo resolverla.

P. ¿Cómo pueden las familias ayudar a cuidar y mantener la curiosidad por las ciencias en los niños?

R. En mi casa casi todos eran de letras. Yo era la única a la que le gustaban las ciencias. Cuando tenía una duda íbamos a la enciclopedia a resolverla y, a lo mejor, tampoco me quedaba satisfecha o mis padres no sabían explicarme más allá de lo que ponía, pero me decían: “Buscaremos la respuesta”. Puedes decir “no lo sé”, pero siempre hay que preguntar o intentar ir a algún sitio a encontrarla. También preguntarles a ellos: “Y tú, ¿cuál crees que es la respuesta?”. Al final, es no cerrar esa curiosidad.

P. Pero siempre hay alumnos que dicen que les cuestan las ciencias. ¿Cómo se les incentiva para que no desechen esa rama como una posibilidad de futuro?

R. Todo en la vida cuesta. Mi director de tesis me dijo una vez: “Si te gusta algo serás buena, da igual lo que te cueste.” Yo creo que tenemos que tener esa percepción. Intentar explicar a nuestros hijos y alumnos que todo cuesta en la vida. Si te gusta algo, intenta hacer un esfuerzo porque luego no te va a costar y va a ser más fácil tu vida laboral o tu vida relacionada con eso. Si te gusta sigue por ahí. También puede haber ayudas con clases extras, pero, al final, es el no desmotivar.

P. La ciencia demuestra muchas veces que hay que seguir intentándolo, aunque surja la frustración.

R. Yo siempre digo que los científicos tenemos una alta tolerancia a la frustración. Va con nuestro ADN. Creo que en la búsqueda está el reto y sí que es verdad que a veces no salen las cosas, pero, cuando sale una, acumulas toda la alegría para poder aguantar unas cuantas frustraciones más.

P. ¿Sería importante visibilizar que las ciencias están en el día a día, en la vida cotidiana, para hacerlas más interesantes?

R. Se ha diferenciado siempre lo que se hace en las escuelas y lo que luego es la vida laboral, y con las carreras STEAM [acrónimo de Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas, en inglés] sucede lo mismo. Los niños estudian Matemáticas, pero, las Matemáticas van mucho más allá. Es verdad que es necesario aprender ciertas cosas de Física o de Química porque te ayudan a desarrollar un proceso cerebral. Y que hay cosas que son aburridas, pero porque tienen que serlo y aprender eso también es importante. Pero es necesario y vital que ellos vean que eso tiene una aplicación final porque si no están muy desconectados. Y en el mundo que nos rodea, que todo es rápido, hay que explicarles que lo que aprenden tiene una trayectoria porque si no empiezan con el “esto no sirve para nada”.

P. Hay estudios que demuestran que todavía hay más mujeres en profesiones relacionadas con los cuidados y que los hombres son mayoría en profesiones de ciencias ¿Por qué sigue existiendo esa brecha de género en las carreras científicas?

R. No está claro el motivo, pero cuanto más referentes haya, más se va a ir reduciendo la brecha. Las mujeres, en algún momento, tendemos a creer que no vamos a poder con esto. Tenemos que hacer un esfuerzo para hacer entender que no se tienen que frenar ellas. Tienen que ver que hay referentes femeninos que han llegado donde han llegado. La sociedad, también tiene que hacer un cambio. Debe animar más y no poner tan de manifiesto esta diferenciación.

P. Porque Mari Curie es importante, pero es necesaria más visibilidad de mujeres científicas...

R. En mi caso, mi referente fue Mari Curie, era lo más. Pero, evidentemente, una señora que va con moño y vestida de luto quizás no es tu referente más adecuado o contemporáneo. Con la Enciclopedia de Mujeres STEAM fuimos a hablar con unos chavales y lo primero que me preguntaron era si yo salía de fiesta cuando era joven. Está bien que vean que nos gustan las cosas, que nos vean divertirnos. Es una cuestión de que vean que somos personas reales. Somos referentes científicos, pero cuanto más cercanos nos vean a ellos y a ellas, más podremos trasladar nuestro mensaje.


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