Dos estrellas Michelin para comer en alta mar

Flotar en un jacuzzi en medio del mar es una de esas experiencias que dan que pensar. El jacuzzi, situado en una de las cubiertas de MSC Fantasia, tiene unas estupendas vistas a este buque, uno de los más lujosos de la flota MSC, y una oferta prácticamente inabarcable. De ahí que convenga barajar las distintas opciones en medio de un relajante baño de burbujas.

Ante todo, mucha calma, porque elijas lo que elijas, no vas a fallar. De ello se encargan más de 1.200 miembros de la tripulación, a los que recientemente se ha unido Ramón Freixa. Este chef galardonado con dos estrellas Michelin elabora unos excepcionales platos y tapas que pueden disfrutarse en toda la flota, además de menús creados especialmente para Navidad y Año Nuevo.

Freixa trabaja junto al equipo de prestigiosos chefs de MSC Cruceros para ofrecerles una formación detallada e interactiva y transmitirles sus habilidades y experiencia, de modo que puedan recrear sus platos estrella a bordo con el máximo nivel de calidad. Una de los creaciones estrella que pueden probar los pasajeros en los principales restaurantes de los cruceros es el Royal de Pato con crema de foie gras y cebollas.

Los que se alojan en un camarote del Yacht Club, una especie de crucero dentro del crucero con comodidades exclusivas y atención personalizada, tienen la opción de degustar una excepcional Pluma Ibérica lacada con vegetales a la brasa o, si prefieren algo más ligero, asomarse a su tentadora selección de tapas. Todo esto está disponible en el restaurante privado de MSC Yacht Club, que ofrece además una amplia variedad de delicias gastronómicas en un ambiente elegante y con estilo.

El Yacht Club también dispone de un mayordomo pendiente de cualquier necesidad las 24 horas del día. Una vez que uno sale del jacuzzi y quiere moverse por el barco, su asesoramiento resulta bastante conveniente pues no solo te dice qué opción se adapta mejor a tus gustos o necesidades, sino que además puede acompañarte hasta tu destino y evitarte así dar vueltas perdido por esta inmensa ciudad flotante que cuenta con seis restaurantes, más de 10 bares, discotecas y bufet abierto, además de gimnasio, spa, salas de espectáculos y tiendas de lujo.

En MSC Fantasia el responsable de que todo esto funcione como un reloj es Gennaro Andrione. Desde su puesto de Food & Beverage Manager, él es el responsable de que no falte de nada. “Soy la persona encargada de supervisar la calidad de los alimentos y bebidas que se sirven a bordo. Puede parecer un trabajo fácil, pero es uno de los departamentos más importantes del barco. Requiere compromiso, trabajo y mucha responsabilidad. Superamos muchas inspecciones al año, tenemos auditorías internas y externas. No se puede improvisar, nos jugamos mucho en nuestro trabajo y siempre queremos garantizar la salud y satisfacción del pasajero”, explica.

“Elaboración y técnica, sentimiento y búsqueda continua de la magia. Cada plato se concibe para contar una historia en secuencias de sabor, textura y color", dice Ramón Freixa

Bajo su supervisión se encuentran el executive chef, “el cocinero jefe, con quien diseñamos los menús que se sirven a bordo; un maitre, con el que preparamos el servicio de la comida; y un brand manager, para asegurarnos que aquello de que todo lo que servimos y cómo lo servimos representa lo que somos”.

A este esfuerzo se une ahora Freixa, cuya cocina se apoya en tres pilares fundamentales: “Elaboración y técnica, sentimiento y búsqueda continua de la magia. Cada plato se concibe para contar una historia en secuencias de sabor, textura y color. He incorporado este enfoque a las recetas que he creado exclusivamente para MSC Cruceros, reflejando así nuestra pasión compartida por el Mediterráneo”.

No cabe duda de que la idea es crear una experiencia gastronómica que permita a los pasajeros seguir flotando.