17 fotosPademba Prision o condenados a la infamiaLa cárcel de Freetown tiene capacidad para 300 personas pero casi 2.000 hombres viven hacinados y en condiciones infrahumanasEl PaísFreetown - 03 abr 2018 - 13:00CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceUn preso de Pademba frente a la puerta de entrada a uno de los patios, donde otros reos descansan sentados. Esta es la principal cárcel de Freetown, un centro con capacidad para 300 personas donde casi 2.000 hombres viven hacinados y en condiciones infrahumanas. La tuberculosis, la sarna o los insectos dominan un lugar con solo un grifo, unos cuantos retretes, un hospital sin medicinas y siete duchas. Alrededor de un 5% de los presos muere cada año.Un prisionero de la cárcel central de Freetown se agarra a los barrotes de un patio. “No te fíes de nadie. Ni siquiera te fíes de ti mismo” es el mensaje que se puede leer en la entrada al bloque tres del correccional. Dos jóvenes muestran sus piernas en uno de los bloques donde se encuentran los dormitorios. Los presidiarios se lavan en uno de los patios de la cárcel de Freetown.Un joven se lava con agua y unos polvos una infección contraída dentro del presidio. Los presos esperan su turno para llenar su cubo de agua en el único grifo de agua potable habilitado por los guardas. Las horas pasan dentro de la prisión y las ocupaciones de los presos se limitan a pasear, asistir a algunos talleres o, simplemente, estar. Uno de los presos más veteranos, frente a la entrada a uno de los patios de la prisión. Tres guardas encargados de apuntar al personal que sale y entra de la cárcel, durante su jornada de trabajo. Un vigilante observa las dependencias de la cárcel de Pademba. Un preso corta el pelo a otro con una cuchilla, utensilio prohibido dentro de los muros penitenciarios que hace de la itinerante peluquería uno de las actividades más vigiladas. Un rayo de luz se cuela en un barracón de la prisión.Un guarda, en el centro de la imagen, prepara bollos de pan junto a un preso. La panadería es un lugar donde solo pueden trabajar algunos presos privilegiados. El hospital de Pademba, que carece de medicinas para las necesidades de todos los presos.Un joven espera su turno para ser atendido en el centro hospitalario de la prisión. Varios reos muestran uno de los trabajos realizados en la cárcel mientras tapan sus caras por petición explícita de un guarda.