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11 caminos para llegar a Debussy sin salir de casa

Listado exclusivo y exquisito, tanto como la música del padre del modernismo musical francés en el centenario de su muerte

El compositor francés Claude Debussy (1862 - 1918), en una fotografía tomada en 1900.
El compositor francés Claude Debussy (1862 - 1918), en una fotografía tomada en 1900.Otto (Getty Images)

Claude Debussy (1862-1918) fue un pintor sonoro, aunque quizá no sea acertado llamarlo compositor impresionista. Aparte de Degas, sus principales referentes pictóricos fueron los paisajes del inglés William Turner y las estampas del japonés Hokusai, como La gran ola de Kanagawa que pidió reproducir en la edición de La Mer, en 1905. Prefirió extraer las imágenes musicales de escritores vinculados con el simbolismo francés, desde Baudelaire a Maeterlinck, pasando por Verlaine o Mallarmé, cuyo poema L'après-midi d'un faune le inspiró, en 1894, una de sus composiciones orquestales más conocidas. Creó un mundo de timbres y colores que perfiló las señas de identidad del modernismo musical francés, tras la humillación gala en la Guerra franco-prusiana.

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En lugar de convertir la música en una fuente de poder, como hicieron los alemanes, los franceses optaron por transformarla en una fuente de placer. Frente a lo sublime optaron por la belleza. Rechazaron maximizar lo emocional, lo expresivo y lo psicológico, como los alemanes, y trataron de apartar su música de las pasiones humanas más básicas. El resultado huía de lo flemático y sudoroso, que representaban Wagner y sus continuadores, en favor de la elegancia y lo exquisito. Para los alemanes, la música francesa derivó en algo frívolo, mientras los franceses veían a la alemana como un arte pretencioso. No fue un camino fácil, pues casi todos los compositores galos del momento sucumbieron al influjo de Wagner. La evolución de Debussy marcó la diferencia, pero también el camino con su ópera Pélleas et Mélisande.

Las grabaciones permiten hoy, cuando se cumplen cien años de su muerte, rememorar aquel mundo sonoro que creó Debussy. Desde el piano a la orquesta, pasando por la música de cámara, la canción francesa y la ópera, proponemos en EL PAÍS Escaparate 11 caminos para llegar a su música. No se trata de ofrecer un subjetivo listado con “lo mejor” de Debussy, sino de hacerles sentir artistas, como Cortázar a los espectadores de su concierto en Las Ménades, “porque no cualquiera entiende su música”.

1. El compositor como pianista

Intérprete: Claude Debussy, piano & Mary Garden, soprano

Sello: Pierian Recording Society

El primer itinerario debe conducir irremediablemente al propio compositor tocando el piano. Debussy evitó el estilo seco y articulado de la tradición pianística francesa. Quería hacer olvidar que su instrumento tenía macillos que golpean cuerdas. Y tocaba con un asombroso control de la pulsación que coloreaba con un imaginativo uso del pedal. Tan sólo registró catorce piezas en rollos de piano reproductor para Welte-Mignon, en 1913, que incluyen, entre otras, Children's Corner y cinco preludios del primer libro. Aquí escuchamos todas ellas en la transferencia más fiable posible a disco compacto. A pesar de las limitaciones técnicas del medio, pero también del propio Debussy como pianista, hay algunas maravillas como La soirée dans Grenade, de Estampes. También se incluyen las cuatro grabaciones acústicas que realizó el compositor para la Gramophone Company, en 1904, acompañando a Mary Garden. Destaca, entre ellas, y casi como una borrosa fotografía antigua, un fragmento del comienzo del tercer acto de la ópera Pélleas et Mélisande, que la soprano escocesa había estrenado dos años atrás.

2. Preludios, libros I y II

Intérprete: Walter Gieseking, piano

Sello: Warner Classics

Podríamos continuar con otros pianistas que tuvieron relación directa con Debussy, como el español Ricardo Viñes, que estrenó varias de sus composiciones e incluso grabó dos piezas suyas entre 1929 y 1930. Pero el siguiente alto en el camino debe ser Walter Gieseking. Este pianista, nacido en Lyon de padres alemanes, fue el primero en abordar en disco, entre 1951 y 1954, la obra completa para piano de Debussy o, al menos, lo que se consideraba entonces como tal. Gieseking no tuvo relación directa con Debussy, aunque su segunda esposa, Emma Bardac, sostuvo, tras escucharlo, que el pianista franco-alemán tocaba de forma muy parecida al compositor. Lo atestigua esta segunda grabación que realizó de los dos cuadernos de preludios. Fue originalmente producida por Walter Legge para HMV y, a pesar de su sonido monoaural, se aprecia con nitidez su paleta transparente y colorista; ese “piano sin macillos” que tocaba Gieseking.

3. 'Suite bergamasque', 'Arabesques' y 'Children's Corner'

Intérprete: Jean-Efflam Bavouzet, piano

Sello: Chandos

Después de Gieseking son varios los pianistas que han abordado la integral para teclado de Debussy. Pero quizá ninguno con tanto acierto como Jean-Efflam Bavouzet, entre 2006 y 2009, para el sello Chandos. Bavouzet procede de un linaje pianístico cercano al compositor, que se remonta hasta Yves Nat, aunque su Debussy es más flexible y puro. En este disco impresiona el control luminoso del famoso Claro de luna, de Suite bergamasque, con esos sonidos en pianissimo donde el aire parece penetrar sobre la base de cada nota. Eleva a poesía el rubato del Arabesque nº 1 , la sintonía del inolvidable programa infantil Planeta imaginario. Y en la fluidez de su discurso hasta parece descubrir melodías escondidas, como sucede en Doctor Gradus Ad Parnassum, de Children’s Corner.

4. Mélodies

Intérprete: Sandrine Piau, soprano & Jos van Immerseel, piano

Sello: Naïve

Cuando la soprano Mary Garden estrenó Pélleas et Mélisande, en 1902, Debussy le pidió que se olvidase de que era cantante. Quería actrices con dotes vocales más que divas operísticas. Trabajó estrechamente con varias sopranos y mezzosopranos a lo largo de su vida como Ninon Vallin, Claire Croiza y Maggie Teyte, además de Garden, a las que insistió por igual en cuestiones vocales y verbales. Pero quizá fue Jane Bathori la que mejor defendió sus canciones francesas para voz y piano o mélodies. Bathori tenía una voz pequeña, sin vibrato, y cantaba con una dicción precisa y total reverencia hacia las indicaciones de la partitura, tal como defendía en su tratado sobre el tema. Hoy quizá encontremos esas características con mayor facilidad en las cantantes procedentes del mundo de la interpretación historicista, como Véronique Gens y Sandrine Piau. Queda claro en esta magnífica selección de mélodies de Piau acompañada por Jos van Immerseel con un piano Erard de 1897.

5. Cuarteto de cuerda

Intérprete: Arcanto Quartett

Sello: Harmonia Mundi

Debussy buscó el mismo universo sonoro colorista del piano en la música de cámara. Escribió su temprano Cuarteto de cuerda en sol menor op. 10, en 1893, para una tradicional sociedad camerística parisina. Utilizó moldes clásicos (e incluso especificó tonalidad y número de opus), pero también un sorprendente abanico de texturas y efectos, que combinó con una profusión modal y un cierto aroma ruso. El resultado adoptó un tinte moderno que precisaba de un conjunto versátil y expresivo, como lo fue el Cuarteto Ÿsaye, que estrenó la obra, pero también del Cuarteto Poulet, que la difundió. Más adelante, los Cuartetos Capet y Calvet realizaron sus primeras grabaciones entre 1928 y 1931. Después pasaría a formar parte integral del repertorio y vendrían registros fundamentales del Cuarteto Italiano, Melos, Tokyo, Alban Berg o Hagen. También del Cuarteto Belcea, nuestro Casals o el francés Ebène, pero quizá la última grabación importante de esta composición la realizó, en 2009, el Arcanto Quartett. Una versión que combina preciosismo sonoro con ímpetu muscular y es resultado de la conjunción natural de cuatro importantes solistas actuales: los violinistas Daniel Sepec y Antje Weithaas, la violista Tabea Zimmermann y el violonchelista Jean-Guihen Queyras. El disco se completa, además, con sendas versiones excelentes de cuartetos de Ravel y Dutilleux.

6. Sonatas & Trío

Intérprete: Bertrand Chamayou, piano. Emmanuel Pahud, flauta. Renaud Capuçon, violín. Edgar Moreau, violonchelo. Gerard Caussé, viola. Marie-Pierre Langlamet, arpa

Sello: Erato/Warner Classics

Debussy no volvió a cultivar la música de cámara hasta el final de su vida. Y esta vez como homenaje al preclasicismo francés durante los años difíciles de la Primera Guerra Mundial. Proyectó la composición de seis sonatas para diversos instrumentos con el editor Jacques Durand. Pero el cáncer tan sólo le permitió completar tres de ellas: una para violonchelo y piano, otra para flauta con viola y arpa, y la última para violín y piano; su canto del cisne que estrenó en su último concierto junto al violinista Gaston Poulet, en septiembre de 1917. Warner Classics lanzó en noviembre pasado una nueva grabación de estas tres sonatas con una pléyade de solistas franceses actuales: el violinista Renaud Capuçon, el violista Gerard Caussé y el violonchelista Edgar Moreau junto con la arpista Marie-Pierre Langlamet. Toda una referencia fonográfica donde destaca el pianista Bertrand Chamayou, que participa también en el juvenil Trío con piano, y el flautista Emmanuel Pahud, que además toca en solitario esa joya del art nouveau musical que es Syrinx.

7. 'La Mer', 'Nocturnes' & 'Prélude à l'après-midi d'un faune'

Intérprete: Orchestre National de la Radiodiffusion Française. Désiré-Emile Inghelbrecht, director

Sello: Diapason

Debussy solía enfermar antes, durante y después de dirigir una orquesta. No se prodigó mucho sobre el podio, tras su debut, en 1908, dirigiendo La Mer en los Conciertos Colonne. Al parecer, se limitaba a dar algunas indicaciones tras el paso de cada página de la partitura. Pero colaboró estrechamente con varios directores como André Messager, André Caplet, Gabriel Pierné o Pierre Monteux, aunque su principal valedor fue Désiré-Emile Inghelbrecht, que además fue su amigo. Se conocieron en 1911 y mantuvieron una estrecha relación epistolar. Inghelbrecht, que fundó en 1934 la Orchestre National de la Radiodiffusion Française (actual Orquesta Nacional de Francia), realizó varias grabaciones de Debussy hasta su fallecimiento en 1965. En estos registros en vivo de La Mer, Nocturnes y Prélude à l'après-midi d'un faune, de 1958, muestra con claridad su capacidad para conjugar el ritmo interior de cada obra con el continuo y sutil fluir del tempo, a pesar de ser registros monoaurales.

8. 'La Mer' & 'Première suite'

Intérprete: Les Siècles. François-Xavier Roth, director

Sello: Warner Classics

Por supuesto que toda discografía de música orquestal de Debussy debería incluir alguna grabación dirigida por Monteux, Ansermet, Martinon, Boulez y quizá también Karajan, Abbado, Haitink y Tilson Thomas. Pero es interesante llamar la atención sobre las grabaciones de una joven generación de directores de orquesta franceses, menores de 50 años, como Stéphanie Denève o el franco-suizo Philippe Jordan, aunque por encima de ambos habría que situar a François-Xavier Roth, que además añade el interés por la interpretación historicista y una natural predisposición hacia la música contemporánea. Con su grupo Les Siècles, que fundó en 2003, ha grabado Iberia, con instrumentos de época, pero también este disco íntegramente dedicado a Debussy, de 2013, que combina la recuperación de la juvenil Premère suite con una transparente y vaporosa versión de La Mer. No son adjetivos banales. El propio Debussy reconoció a Caplet que el secreto para interpretar bien esta obra residía en una orquesta que sonase como el cristal y tan liviana como la mano de una mujer. Aquí podrán escucharla.

9. 'Pelléas et Mélisande'

Intérprete: Jacques Jansen, tenor. Irene Joachim, soprano. Henri Etcheverry, bajo-barítono. Roger Désormière, director

Sello: Membram

Pero la ópera Pélleas et Mélisande es quizá el cenit creativo de Debussy. No tanto por la década que le llevó concluirla y estrenarla, en 1902, o por mostrar un camino para superar el wagnerismo imperante, como por inaugurar la ópera literaria del siglo XX que siguió con Salome y Wozzeck. Debussy puso música directamente al drama simbolista en prosa de Maeterlinck. Y encontró una combinación ideal de orquestación colorista, que modela más que narra la acción escénica, con una prosodia vocal inspirada en Músorgski. Existen varias grabaciones históricas de Inghelbrecht, pero la primera opción sigue siendo el inspirado registro en estudio de Pathé-Marconi, realizado en 1941 en la Opéra-Comique bajo la dirección de Roger Désormière, es decir, en el París ocupado por los nazis. Asombra aquí la precisión y entrega de la orquesta, pero también de un reparto que eleva todos y cada uno de los matices vocales y verbales de la obra: la ideal pareja protagonista de Jacques Jansen e Irène Joachim junto al impresionante Golaud de Henri Etcheverry. Y la toma sonora resulta asombrosamente nítida para la época.

10. 'Pelléas et Mélisande'

Intérprete: Robert Wilson, director de escena. Orchestre et Chœur de l’Opéra National de Paris. Philippe Jordan, director

Sello: Naïve

Otra opción es ver Pelléas et Mélisande. Y el lanzamiento en DVD de la reposición de la puesta en escena de Robert Wilson en la Ópera de París, filmada en 2012, pero que también ha podido verse en el Teatro Real de Madrid y en el Liceo de Barcelona, es una opción ideal. Permite escuchar una versión actual de la obra, con una dirección musical exquisita, fluida y matizada del joven Philippe Jordan, junto a un reparto que funciona con solvencia. Y también por la propuesta escénica ritualizada, desnuda y esteticista, de Wilson, bañada con esa fascinante iluminación azulada que replica visualmente todos los matices musicales de Debussy.

11.- Las obras completas

Intérprete: Varios intérpretes

Sello: Warner Classics

La undécima propuesta no es una más sino todas al mismo tiempo. La conmemoración del centenario de la muerte de Debussy ha llevado al sello Warner Classics a publicar en una caja de 33 CDs la recopilación más completa imaginable de la obra del compositor francés. Dispone del fondo de armario fonográfico necesario, que procede de la antigua EMI, pero se ha compilado con rigor, a diferencia del lanzamiento paralelo, en 22 discos y dos DVDs, de Deutsche Grammophon. Aquí no encontramos tan sólo toda la música que escribió Debussy, sino además en todas sus versiones, tanto propias como ajenas, e incluso también sus transcripciones y orquestaciones de obras de Schumann, Chaikovski, Saint-Saëns, Satie y Wagner. Se sigue el orden cronológico en cada uno de los apartados. Por el piano desfilan nombres ilustres pasados y presentes como François, Haas, Ciccolini y Aimard. Para el repertorio camerístico se repite alguna composición del reciente disco con Chamayou y Pahud junto a la grabación del Cuarteto Ebène. El apartado de canción francesa incluye la famosa recopilación de EMI con Ameling, Command, Mesplé y Souzay, pero también ejemplos más recientes de Dessay, Gens y Jaroussky. Las composiciones orquestales entremezclan versiones de Giulini y Rattle con Cluytens y Martinon, e incluye la referida Première suite de Roth. Y Pelléas et Mélisande se ha añadido en una estupenda versión dirigida por Armin Jordan (el padre de Philippe). Para concluir este festival, el CD 33 es exactamente el mismo que abría estas líneas con todas las grabaciones de Debussy como pianista.

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a fecha de 25 de marzo de 2018.

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