Jaime de Marichalar: “Seguir la moda es no tener personalidad”
El exmarido de la infanta Elena concede una entrevista a 'Vanity Fair' para promocionar su empresa de sastrería tradicional
Jaime de Marichalar frecuenta el mundo de la moda y es habitual en los desfiles de las grandes marcas de lujo, pero siempre en silencio. El exmarido de la infanta Elena habla a través de sus atildados trajes o sus coloristas atuendos de vacaciones, pero, hasta ahora, no había pronunciado palabra sobre sus gustos en materia de moda. Marichalar ha roto su silencio para promocionar la empresa de sastrería que ha puesto en marcha con dos socios. En una entrevista que publica el número de la revista Vanity Fair que sale a la venta este jueves Marichalar defiende su particular estilo: no sigue las tendencias, no le gusta el fashion victim, y el negro no significa elegancia sino aburrimiento. "Seguir la moda", defiende, "es no tener personalidad".
B Corner es la empresa de sastrería tradicional que Marichalar, Goyo Fernández y Federico Zanolla. Los tres socios aseguran que se implican en el proceso de crear un traje desde la búsqueda de los tejidos y el patronaje hasta el último detalle. Amigos antes que socios, los tres confiesan estar enamorados de la sastrería tradicional. Frente a la moda de usar, su fórmula de slow tailoring se basa en la calidad y el trabajo artesanal.
“Detrás de uno de nuestros trajes hay muchas horas: la selección de las telas, el patronaje, el ajuste del corte, el cosido a mano, las pruebas. Todo eso marca la diferencia”, afirman. Dicen que es un negocio de amigos que no pretende expandirse a nivel global. “Nuestros sastres pueden hacer un número limitado de unidades. Tampoco hay más artesanos capaces de hacer lo que ellos hacen. No queremos crecer más, pues perderíamos el control de la producción”, señala Fernández.
“No me gusta el fashion victim; tampoco el color negro, me parece muy aburrido”, sentencia Marichalar. “Seguir la moda es no tener personalidad”. “Lo nuestro es sastrería tradicional, típica española o inglesa, aunque con un toque italiano que da modernidad a los diseños. Pero no quiero encasillarlo. Hacemos lo que nos gusta”, añade.
Según cuentan en la entrevista, un año antes de cada colección viajan a Inglaterra e Italia a comprar las telas y cuando regresan a Madrid se reúnen para decidir los diseños. Marichalar señala que ellos no sufren el estrés y la presión al que se enfrentan ahora los creadores. “Se les exige una capacidad creativa enorme para producir muchas colecciones al año. Por suerte, nosotros no tenemos nada que ver con ese mundo, hacemos solo entretiempo”, declara.
Marichalar nunca pensó que crearía una marca propia. “Te prometo que jamás imaginé que iba a tener mi empresa. Pero bueno, llevo muchos años en esto y es una forma de aprovecharlos”, asegura. ¿Y por qué lo hizo? "Me apunté al proyecto por razones meramente egoístas, necesitaba un sastre", afirma Marichalar.
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