Íñigo Errejón se explica en el tablero político francés
El diputado de Podemos desgrana en París su visión de la política española y europea
Comparten diagnóstico: las etiquetas de izquierda y derecha debe superarse. Pertenecen a la misma generación: 40 y 34 años. Ambos tiene las ideas claras, un notable bagaje cultural, y un talento para explicarse y conectar con sus auditorios. Ambos son, cada uno a su manera, emprendedores de la política, innovadores —desde campos antagónicos— en una Europa desconcertada. Uno, Emmanuel Macron, es hoy presidente de Francia. El otro, Iñigo Errejón, dio el martes en París una charla organizada por alumnos de Science Po, el instituto de ciencias políticas, donde estudió Macron.
Ante unas doscientas personas que llenaban la sala en una residencia de estudiantes protestantes, Errejón desgranó —en español, y traducido al francés para los francófonos no-hispanohablantes en el público— su visión de la política española y europea. Pudo chocar a quienes esperaban un discurso de la izquierda tradicional. Nada de eso. Errejón habló de una corriente europea “patriótica, popular y democrática”, un movimiento que aparque los viejos manuales de la extrema izquierda, una fuerza que sea “conservadora” y “de orden”. Es decir, que conserve las instituciones y mantenga un orden que proteja a “los de abajo” antes los excesos de “los de arriba”. “Nosotros proponemos el orden y la certidumbre”. Esto implica combinar la polarización asociada a Podemos con el respeto a los rivales y a sus votantes. “Hay que evitar la soberbia y obligarse a entender”. Entender, por ejemplo, que Ciudadanos ofrece una estabilidad que no se asocia con Podemos y que es atractiva para muchos votantes. Entender que en algunos momentos Podemos ha ofendido a votantes del PSOE. O que que millones de españoles, muchos de clase trabajadora, confían en Mariano Rajoy porque ofrece también una cierta idea de orden y estabilidad.
Errejón no sólo comparte diagnóstico sobre el reordenamiento partidista en Europa con Macron. En realidad, la suya es la misma lectura que en Francia hace la extrema derecha del Frente Nacional o la izquierda alternativa de La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon. Todos aspiran a ser partidos transversales en un tablero cuyos ejes ya no son izquierda/derecha sino —y aquí cada usa sus propias palabras, su propia ideología— europeísmo/nacionalismo, globalización/soberanía o élites/pueblo. Entre el público de la charla de Errejón en París se encontraba Adrien Quatennens, diputado estrella de La Francia Insumisa. “La línea que él desarrolla”, dijo, “es la nuestra”.
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