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Puedes hacer ejercicio con tu bebé como Georgina Rodríguez mientras respetes su desarrollo

La novia de Cristiano Ronaldo quiere inculcar su amor por el deporte a los niños, una buena idea si se conocen las distintas fases de su crecimiento

Georgina Rodríguez con los niños en una alfombra didáctica.
Georgina Rodríguez con los niños en una alfombra didáctica.

Hace unas semanas Georgina Rodriguez, pareja de la estrella del Real Madrid Cristiano Ronaldo, mostraba una foto, colgada en su cuenta de Instagram, en la que estaba con sus tres pequeños - los mellizos del futbolista y la hija que tienen en común- en una alfombra didáctica. En la imagen, los cuatro estaban tirados en el suelo y Georgina vestía un body negro con su hija Alana Martina en brazos –de tres meses–, mientras los mellizos Eva y Mateo –también de meses–, se relajan tumbados boca abajo. Junto a la foto, la novia del futbolista añadía: "Mamá les ayuda a ponerse fuertes". No es la única instantánea con esta temática que publica Georgina, hace tan solo unos días colgó una imagen muy similar, esa vez los cuatro estaban sentados en el mismo lugar.

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Georgina, por lo que se ve, pretende inculcar a los niños su mismo amor por el deporte. Son famosas sus imágenes haciendo ejercicio, incluso nada más parir. Pero tanto ella como nosotros debemos hacerlo siendo conscientes de la edad de los niños e ir acordes con el desarrollo de nuestros pequeños. A pesar de que los movimientos de los bebés son limitados, existen unas pautas que nos pueden ayudar a saber qué músculos podemos fortalecer desde edad muy temprana. La fisioterapeuta Lourdes Guirado Martínez nos da algunas indicaciones.

Interactuar con los demás es esencial para el desarrollo

"Desde el primer instante tras el nacimiento, el bebé reacciona a los diferentes estímulos que recibe del exterior mediante el movimiento. Dicho movimiento le sirve para interactuar con todo lo que le rodea", explica Guirado. "Y favorece la conexión interneuronal, creando así los esquemas mentales que se irán forjando de ahí en adelante dando lugar a la consecución de muchas y variadas habilidades", añade. El desarrollo es secuencial (una habilidad ayuda a que surja otra) y progresivo, es decir, "siempre se van produciendo las funciones simples primero y después las más complejas". Todo ello, respetando los principios de psicomotricidad que básicamente nos dicen que el desarrollo físico del niño va en paralelo a su desarrollo mental y afectivo.

"Las tres parcelas, la física, la psíquica y la afectiva, se van formando y creciendo y se alimentan entre ellas. Por ello, en la estimulación que reciba el bebé será de vital importancia que tenga estos tres componentes, ya que supone la base para el desarrollo cognitivo, del lenguaje social y emocional correctos", explica la experta. Los logros físicos que va consiguiendo el bebé se clasifican en motricidad fina y motricidad gruesa. "La motricidad fina se relaciona con los movimientos finos coordinados entre la vista y las manos", prosigue, "y la gruesa tiene que ver con los cambios posturales del cuerpo y con la capacidad para mantener el equilibrio en diferentes posturas".

Progresos físicos del bebé, según su edad

  • Primer mes: Movimientos involuntarios y desordenados, flexiona y agita piernas y brazos. No existe control cefálico.
  • De dos a tres meses: Flexiona brazos y piernas de manera más constante, levanta la cabeza unos segundos, acostado de lado es capaz de voltearse hacia arriba. Sigue objetos con la mirada
  • De tres a cuatro meses: Boca abajo es capaz de apoyarse en los codos y subir la cabeza y hombros. Si está acostado boca arriba es capaz de girar hasta ponerse boca abajo. Juega e investiga con los movimientos de sus manos.
  • De cuatro a cinco meses: Sostiene perfectamente la cabeza. Si está acostado, cuando lo agarras por las manos se incorpora sin que se le vaya la cabeza. Traslada objetos de una mano a otra.
  • De cinco a seis meses: Domina los cambios de boca arriba a boca abajo y viceversa. Inicia el rastreo ayudándose con ambas manos. Se mantiene sentado con apoyo y ayuda durante cortos períodos de tiempo.
  • De siete a ocho meses: Va desarrollando tono muscular y ello le permite controlar más sus movimientos, por ejemplo se mantiene de pie si lo sujetamos por las axilas, estirando las rodillas. Se va empezando a quedar más tiempo sentado y se inicia el gateo.
  • De ocho a 10 meses: Se sienta perfectamente solo y puede permanecer tiempo, como por ejemplo para comer en una trona. Se pone de pie sin ayuda y puede quedarse así un rato agarrado de un mueble, pudiendo también dar pasitos hacia los lados.
  • De 10 a 12 meses: Es capaz de sostener el 100% de su peso con las piernas. Da sus primeros pasos con ayuda de sus padres o con algún apoyo. Intenta subirse a un sofá o a una silla solo. Sube escaleras gateando.
  • Entre uno y dos años: Camina solo sin ayuda, aunque equilibrándose con la cabeza hacia delante y con las piernas separadas. Sube y baja escaleras con ambos pies. Da sus primeros saltos con los pies juntos y en el mismo sitio. Lanza y patea una pelota. Es capaz de correr y parar repentinamente, aunque todavía poco perfeccionado.
  • A partir de los dos a tres años, se empezará a observar el desarrollo motor en su conjunto, el tono de la musculatura de las extremidades será más evidente y ello le irá permitiendo hacer movimiento más complejos y rítmicos, como por ejemplo bailar. La práctica deportiva como tal, se conseguirá alrededor de los 7 años que es cuando el sistema muscular y óseo está más maduro.

*Lourdes Guirado Martínez es fisioterapeuta colegiada nº 4651

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