Adelgazar la Administración
Cómo es posible que nadie con algo de autoridad se moje en el intento de exponer alguna propuesta sobre la necesidad de adelgazar las Administraciones Públicas. Parece fácil de entender, ninguno de los que ocupan un cargo, por poco relevante que sea, votaría a favor de la supresión de puestos, ante el riesgo de ser el primero en caer. Si nos situamos en la necesidad real, lo abrumador es que nos sobran multitud de esos puestos que ellos crearon a su medida y sin previa consulta. Desde el más básico hasta los que se mueven en Bruselas. ¿Qué hacen? ¿Para qué sirven? Si se analizasen autonomías, Ayuntamientos, diputaciones, Europa, etcétera, podríamos descargarnos de un lastre innecesario, porque sin ellos el mundo se movería igual.— Mario Varela Pérez. Ourense.
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