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La guerra del petróleo en el Amazonas En el interior inaccesible de la Amazonia ecuatoriana, un puñado de comunidades indígenas lucha con las armas y en los tribunales contra la explotación minera y petrolera por parte de empresas chinas, y contra la contaminación de los ríos que atraviesan su remoto territorio. Este es el retrato de un pueblo que se niega a perder su tierra, sus raíces y su futuro Un grupo de indígenas shuar, en un territorio al sur de la Amazonia, posan armados. Forman parte de una facción de los indígenas preparados para combatir contra los militares ecuatorianos. Intentan recuperar el territorio de Nankints, del que su comunidad fue desalojada por las fuerzas gubernamentales y ocupado por un campamento minero chino. Nicola Ókin Frioli Los manifestantes se enfrentan a la policía ecuatoriana durante una manifestación el 27 de diciembre de 2016 en la plaza Grande de Quito. En 2011, el Gobierno del entonces presidente Rafael Correa abrió de nuevo a la extracción minera y petrolera la región amazónica de Ecuador. Empresas chinas acudieron al reclamo, casi en régimen de monopolio. Nicola Ókin Frioli La abuelita Mukutsawa, presidenta de la comunidad de Llanchama Cocha, en el territorio de los sáparas en el centro de la Amazonia ecuatoriana. Todas las decisiones de su comunidad deben contar con su aprobación. Es de las pocas personas que cuentan con una radio Motorola para comunicarse en la zona que tienen controlada y consideran suya, por ser los guardianes de los espíritus que viven en esa selva amazónica. Ningún extraño es bienvenido aquí por miedo a que sea de una compañía petrolífera. Nicola Ókin Frioli Juegos de lucha en Llanchama Cocha, después de un baño en el río Conambo. Esta comunidad de los sáparas vive en el centro de la Amazonia. Subsisten en pequeñas comunidades a las que solo se puede llegar por río o avioneta. Nicola Ókin Frioli Una hélice de avioneta accidentada y abandonada en la comunidad kichwa de Sarayaku. Junto a ellos se concentran en esta región otras tres nacionalidades indígenas, los sáparas, los shuar y los achuar. Sus miembros continúan la resistencia contra la extracción petrolera y controlan el acceso de los desconocidos a su territorio para impedir la presencia de las multinacionales chinas. Durante el mandato de Correa, que dejó el poder el año pasado, China se convirtió en el principal acreedor de Ecuador. Nicola Ókin Frioli Los nativos sáparas muestran un mono recién cazado en el territorio de la comunidad de Llanchama Cocha, en la provincia de Pastaza. Estos individuos viven sobre todo de lo que les proporciona la naturaleza. Nicola Ókin Frioli A la izquierda, Javier Ushigua, de 20 años, es el presidente de la comunidad de Yaku Runa, en la misma provincia de Pastaza. El colectivo está formado por 30 personas de cuatro nacionalidades indígenas, y renunció a disponer de electricidad para preservar la cultura amazónica. A la derecha, mandíbula de tapir en una cabaña de los sáparas en Pastaza, en la Amazonia norte. Nicola Ókin Frioli Estas barreras de plástico delimitan las zonas de la Amazonia altamente contaminadas. Según la Unión de Afectados por Texaco (UDAPT), los vertidos en la zona suponen uno de los desastres petroleros más graves de la historia, 30 veces mayor que el del vertido del petrolero Exxon Valdez. La batalla legal no ha concluido. Nicola Ókin Frioli Una lancha viaja por el río Bobonaza, muy cerca del territorio de la comunidad de Sarayaku, en lo más profundo de la selva amazónica. El río es el único acceso para llegar a esta zona de Ecuador. Antes hay que realizar un recorrido de 50 kilómetros en todoterreno por sendas sin asfaltar y después es necesario navegar otras cuatro horas en pequeñas lanchas cuando el río lo permite. Los sarayakus siempre se opusieron a la construcción de una carretera para evitar la deforestación y mantener el control del territorio. Nicola Ókin Frioli El petróleo no se ve. Solo su infraestructura aparece a ratos en el paisaje de la región. Como esta tubería y su cierre de válvulas que anuncian el pozo número 20 de Texaco, en la periferia de la ciudad de Lago Agrio, en la provincia de Sucumbíos, al noreste de Ecuador. Texaco operó en la región hasta 1992. Nicola Ókin Frioli Un helicóptero del Ejército ecuatoriano despega del campo de fútbol de la parroquia de San Juan Bosco, en la Amazonia Sur. En 2016 los militares estuvieron instalados en este poblado como base para repeler los ataques de los comuneros shuar que se alzaron en armas tras el desalojo de agosto de 2016. Nicola Ókin Frioli Un nativo armado con un viejo rifle hace guardia en la comunidad de Tsumtsuim, meses después de los desalojos forzosos llevados a cabo por los militares y la posterior reacción de los indios. Nicola Ókin Frioli En plena selva reposa la punta de una lanza de chonta, fabricada con la dura corteza de una palmera de la región. Es el arma tradicional de los indios shuar y se usa tanto para la guerra como en las cacerías; para matar hombres o abatir animales. Nicola Ókin Frioli Fernanda Tzamarendia, de 18 años, ganadora del premio Mujer del Cultivo, posa en los campos de maíz junto a su hogar en Sucúa. Este galardón de origen religioso es el más prestigioso de la provincia amazónica de Morona Santiago. Nicola Ókin Frioli