El mensaje de los hermanos Bardem para salvar el Antártico

“Es absolutamente increíble descender al fondo del Antártico y documentar la existencia de todas esas especies, con toda su diversidad de colores, y demostrar la importancia de proteger este océano único”. Estas fueron las palabras del actor español Javier Bardem tras dos horas de exploración marina a 270 metros de profundidad, cerca de la península antártica. Él es una de las pocas personas en el mundo que ha vivido esta experiencia.

Bardem ha tenido esta oportunidad durante los ocho días que ha pasado abordo, junto a su hermano y también actor Carlos Bardem y el director Álvaro Longoria, del Arctic Sunrise de Greenpeace, como parte de la campaña de la organización para exigir la creación de la mayor área protegida del planeta: el Santuario del océano Antártico. "Con 1,8 millones de kilómetros cuadrados, más de tres veces el tamaño de España", especifica la ONG.

Para Javier Bardem, el gélido periplo y toda la promoción que ha venido después representan “una oportunidad única para que hagamos historia y demos un paso más en la defensa de los océanos". "Quiero contribuir a través de esta campaña a que se conozca más la importancia del océano Antártico, situado en el fin del mundo y, sin embargo, tan relevante para la supervivencia del planeta”.

Desde que se subieron al rompehielos el pasado 23 de enero en Punta Arenas (Chile) hasta su regreso a tierra firme, los hermanos han compartido en sus redes sociales la experiencia. Este viernes visitan el plató de EL PAÍS (16.30 en directo a través de Facebook Live) para charlar sobre sus vivencias y los riesgos que amenazan al patrimonio natural que se han comprometido a preservar. Al menos, con su trabajo. El trío de artistas aprovechará la expedición para grabar el documental Santuario, que producirá Javier Bardem, para alertar de que la belleza de la que han sido testigos podría desaparecer.

"Los beneficios de un Santuario en el océano Antártico serían globales. Un océano sano mantiene su increíble biodiversidad y es una de las mejores defensas contra el cambio climático", escribía en su cuenta de Twitter el ganador de un Oscar por No es país para viejos.

Pilar Marcos, responsable de la campaña de Greenpeace en España, lo explica así: “Este santuario sería un refugio para pingüinos, ballenas y focas, y dejaría estas aguas fuera del alcance de los buques de pesca industrial que buscan explotar el pequeño camarón o kril en el que se basa la vida en la Antártida”. 

Precisamente, una de las escenas de las que los tripulantes fueron testigos fue la de ballenas alimentándose de kril.

Además del apoyo de los hermanos Bardem y de Longoria para conseguir su objetivo, la tripulación del Arctic Sunrise, compuesta por 35 personas, va a realizar investigaciones científicas con un submarino para documentar hábitats del fondo marino "que se enfrenta a fuertes presiones por el cambio climático, la sobrepesca y la contaminación", denuncia la ONG, y recoger pruebas para que los gobiernos declaren un Santuario en el océano Antártico. Eso podría suceder el próximo mes de octubre, cuando la Comisión del océano Antártico —de la que España es uno de sus 24 miembros— se reunirá para discutir la creación del Santuario Antártico, lo que en palabras de Marcos, "puede ser el primer paso para conseguir llegar a proteger el 30% de los océanos del mundo antes de 2030".

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