¿Sería tan escandaloso hoy el pezón de Janet Jackson en la Super Bowl?
Justin Timberlake repite Halftime Show 14 años después de protagonizar la mayor polémica de la historia de este espectáculo
“No vamos a volver a hacerlo, ¿qué queréis que os diga sobre aquello?”, ha declarado Justin Timberlake tras por fin acceder a hablar sobre el escándalo del pezón que protagonizó junto a Janet Jackson en la Super Bowl de 2004. El cantante ha respondido a las presiones de una organización parental sobre los contenidos de la televisión de Estados Unidos ante su inminente regreso al intermedio de la final de fútbol americano este domingo. Timberlake les ha tranquilizado y asegura que no repetirá ni emulará lo que aún hoy es lo más comentado de toda la historia del halftime show. Un escándalo sobre el que todavía no se han aclarado muchas de las circunstancias que lo rodearon. Al terminar su canción Rock your Body, justo en la frase “puedes apostar a que voy a desnudarte antes de que acabe esta canción”, Justin tiró del top de cuero de Janet y dejó al aire su pecho, que casualmente vestía una pezonera. Hasta el día de hoy los implicados siempre han hablado de “fallo de vestuario”, pero el caso es que fue visto durante medio segundo por casi 144 millones de estadounidenses y cambió para siempre el show musical más visto del año. Catorce años después el príncipe del pop vuelve al escenario de la polémica, y tanto la insistencia de estas asociaciones como el hecho de tener que dar explicaciones, llevan a plantearse si el nipplegate causaría el mismo revuelo y tendría las mismas consecuencias en 2018.
Al terminar la actuación de Jackson y Timberlake, la Comisión Federal de Comunicaciones estadounidense recibió más de doscientas mil quejas. Janet se convirtió en la persona más buscada en Internet de la historia. Incluso la entonces primera dama Laura Bush habló sobre el tema, afirmando ante los micrófonos que esa imagen del pezón representó “el tipo de cosas que no queremos que los niños vean en la tele”. Meses después, la Comisión multó a la cadena CBS con 550.000 dólares por “escándalo público”, y el caso llegó al Tribunal Supremo de Estados Unidos, que declaró inconstitucionales estas sanciones por unanimidad. La MTV, productora de aquella edición del show, fue vetada para siempre de la Super Bowl. Se debatió en el Congreso y Senado aumentar las multas por comportamientos indecentes. Desde aquel año el show se emite con unos segundos de retardo para poder censurar escenas similares a aquella, e incluso uno de los fundadores de Youtube asegura que se inspiró en el incidente para crear la plataforma, ya que quería volver a ver las imágenes y no las ponían en televisión.
Años después muchos recuerdan el machismo con que se trató el asunto, ya que Janet Jackson se vio mucho más perjudicada que Justin Timberlake. Algunos además apuntan que ella, además de mujer, es negra. Timberlake actuó en los Grammy una semana después, y Jackson se cayó a última hora de la lista de invitados pese a que también estaba prevista su presencia sobre el escenario de la gala. Fue presionada para hacer dos comunicados en vídeo pidiendo disculpas y asumiendo su total responsabilidad, por tanto exculpando a la CBS y a la MTV. El cantante se limitó a declarar a un reportero: “Hey tío, nos encanta daros algo de lo que hablar”. Lo cierto es que el pezón gate fue el tema principal en los medios durante semanas, con Estados Unidos metido de lleno en la guerra de Irak. Dos años después Justin reconoció que aquello fue injusto, y que él cargo solo “con un 10 por ciento de la culpa”.
Hoy siguen surgiendo anécdotas, algunas realmente divertidas. En una entrevista reciente, Puff Daddy denunció que él también actuó en aquel intermedio de la Super Bowl. “Aún hoy estoy cabreado porque me pasé seis meses de mi vida ensayando para aquello y nadie se acuerda de que estuve allí”. El paso del tiempo no ha relativizado lo sucedido en la Super Bowl de 2004, y cada año el show del descanso se observa con lupa. En 2012 un nuevo escándalo sacudió el evento más visto del mundo. Durante la actuación de Madonna, la rapera M.I.A hizo una peineta a cámara, y esta vez un dedo fue el tema de debate durante días. Madonna tuvo que pedir perdón diciendo que no sabía nada del tema, y de hecho ambas terminaron enfadadas. Un hecho que, junto a la tensión previa a la Super Bowl de este año, indica que la sociedad americana no ha cambiado en cuanto a puritanismo respecto al día que Janet Jackson enseñó su pecho derecho a la nación. Lo curioso es que para un espectáculo dirigido a las familias y que pueden ver niños se sigan escogiendo a las estrellas más sexys e irreverentes del pop, el rock o el rap.
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