Educar para prevenir la violencia

Conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con una cifra similar de muertas al de años previos evidencia que algo estamos haciendo mal. La ausencia de educación en materia afectivo-sexual, autoestima y valores como la tolerancia o la igualdad en la trayectoria curricular de niños y jóvenes puede convertir fácilmente nuestro deseo de prevención en un irreparable hecho consumado. Dicen los que saben que las conductas se gestan desde pequeños. Que el azul y el rosa de los catálogos de juguetes no ayuda. Que las redes sociales pueden acercarte a comportamientos inadecuados. Que muchos se ven obligados a salir del armario en el que nunca quisieron entrar, pero los metimos. Que la camiseta de tirantes es propia para el verano del hombre y sexi para la mujer. Que la respuesta de los recursos sociales aún está basada más en tratar el episodio que en evitarlo, es heterogénea y escasamente proporcional al daño causado. Nuestras inquietudes se responden desde esfuerzos asimétricos que parten de iniciativas individuales o minoritarias, y dependen fundamentalmente de nuestro entorno. Si desde las familias, la educación, la sanidad, la sociedad y los cuerpos policiales no hacemos un esfuerzo común de prevención estaremos en disposición de que en un futuro no lejano lamenten la misma cifra de víctimas que hoy nosotros.— Luis Rodríguez Arroyo. Santo Tomás de las Ollas (León).