Y otro más

Los ataques armados en Estados Unidos son cada vez más frecuentes por el fácil acceso a las armas en ese país. Yo misma he sido testigo. De pequeña, cuando vivía en California, dos hombres armados entraron en mi escuela. Lo más triste fue que para la mayoría de mis compañeros de sexto, aquella no era la primera vez que sufrían una experiencia similar. Cuando un joven de 18 años puede conseguir un arma legalmente tres años antes de poder beber una cerveza, algo no va bien. Cuándo se darán cuenta los legisladores americanos de que todos los tiros de pistola acaban saliendo por la culata. Porque ya no se trata de si volverá a pasar, sino de cuándo.— Alba Cabanell Medrano. Barcelona.