Ivana Trump desvela cómo fue su divorcio y se atribuye el mérito de criar a sus hijos
“Yo les enseñé las lecciones más importantes de la vida: la lealtad, la honestidad, la integridad y la unidad”, escribe la primera esposa del presidente de EE UU en su nuevo libro
Donald e Ivana Trump estuvieron casados de 1977, contrajeron matrimonio ocho meses después de conocerse en un club de Nueva York, a 1992, una relación de la que nacieron los tres hijos mayores del presidente de Estados Unidos, Donald, Ivanka y Eric. Ambos protagonizaron un duro y millonario divorcio, aunque desde hace años han hecho gala de llevarse bien. Incluso el mandatario le ofreció a su primera esposa ser la embajadora de Estados Unidos en la República Checa, puesto en su país de origen que ella rechazó, según contó la semana pasada en una entrevista para la cadena estadounidense CBS.
Cuando su exmarido no ha cumplido ni un año como presidente de Estados Unidos, Ivana Trump tira de pasado y publica el libro Raising Trump [Criando a los Trump, en castellano], en el que habla de cómo fue educar a sus tres hijos. Y ahora que han adquirido protagonismo tanto en la empresa familiar como en la Administración estadounidense, le quita méritos en el proceso al magnate neoyorquino. En las páginas de su libro, que se publica este martes, quien se define como una “madre leona” asegura que fue quien enseñó a sus hijos “las lecciones más importantes de la vida: la lealtad, la honestidad, la integridad y la unidad”. “Creo que el crédito de criar a unos hijos tan estupendos me pertenece”, sentencia. “Estuve a cargo de criarles antes de nuestro divorcio, y tuve la custodia completa tras nuestra ruptura. Yo tomé las decisiones sobre su educación, sus actividades, sus viajes”, dice Ivana en el libro. Eso sí, asegura que sus hijos son leales a Donald Trump porque fue y es un buen padre (el único punto a favor que supo decir Hillary Clinton durante uno de los debates televisados de la carrera presidencial).
“Todos los días, la gente me pregunta cómo crie unos chicos tan estupendos. Se quedan maravillados cuando les digo que no había magia en su crianza. Yo era una madre dura y cariñosa que les enseñó el valor de un dólar, a no mentir, engañar, robar, a respetar a los otros”, relata la sinopsis del libro. Motivos por lo que está segura de que Donald Trump no va a ser el único de la familia en vivir en la Casa Blanca, y apunta directamente a su hija Ivanka, de quien en el libro recuerda su enfado cuando a los 14 años apareció en casa con el cabello teñido de azul. También desvela otras anécdotas, como que sus hijos viajaban en la clase económica mientras ella iba en asientos de primera para no malcriarles.
En sus páginas, también recuerda su infancia en Europa, sus inicios como modelo, su rol en el imperio Trump durante sus años de matrimonio y del sufrimiento que le causó a ella y a sus hijos la infidelidad del magnate que acabó con el matrimonio. Según revela, su hijo mayor Donald Jr estuvo un año sin hablar con su padre tras la separación. Una separación que ella fue consciente de que se iba a producir en diciembre de 1989, según relata en uno de los episodios: “Una mujer rubia se me acercó de la nada y me dijo: ‘Soy Marla y amo a tu marido. ¿Tú le quieres?’. Le dije: ‘Piérdete. Yo quiero a mi marido’. Fue vulgar, pero estaba en shock”, escribe. Un año después, Marla Maples hablaba de la infidelidad del magnate neoyorquino en una entrevista en el New York Post titulada El mejor sexo que he tenido nunca.
Con motivo de la presentación del libro, en el que también han participado sus tres hijos, ahora Ivana está en plena promoción en la que va desgranando algunos detalles además de hacer afirmaciones que saltan al momento a la prensa. Preguntada en la CBS por qué no se lleva bien con Marla Maples, actriz que Trump convertiría en su segunda esposa y que es la madre de su cuarta hija, y sí con Melania Trump, Ivana respondía: “Porque una no es nadie y la otra es la primera dama”. Este lunes, en el programa Good Moring America ha asegurado tener un teléfono director del presidente, aunque nunca lo marca. “No quiero generar ningún tipo de celos o algo por el estilo, porque básicamente soy la primera esposa de Trump. ¿Ok? Soy la primera dama”, ha soltado. Aunque también ha asegurado que no envidia la posición actual de la tercera esposa de Trump. “Odiaría Washington. […] Me gusta mi libertad”.
No es la primera vez que Ivana Trump, de 68 años, se pone a escribir (bajo su nombre tiene tres novelas y un libro de autoayuda). Pero ahora se ha animado a escribir este después de sentirse “orgullosa” al ver cómo se comportaron sus hijos durante la campaña de las elecciones presidenciales en las que Donald Trump se convirtió en el 45º presidente de EE UU.
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