Hablamos con el diseñador catalán en el que se 'inspiró' Balenciaga para sus Crocs
Roberto Piqueras realizó en 2014 unas sandalias de plataforma muy similares a las que presentó Demna Gvasalia este domingo en París
Cuando empezábamos a normalizar las sandalias de turista desaliñado, en un alegato por la fealdad, el diseñador Christopher Kane calzaba a sus modelos con zuecos de Crocs. El inglés los bañó en falso mármol y los llenó de minerales hasta convertirlos en un accesorio de lujo para acompañar aquellos vestidos vaporosos de su colección Primavera-Verano 2017. Un empeño en el que sigue insistiendo temporada tras temporada. Y si bien la tendencia aún no ha pisado con fuerza la calle, parece que a Demna Gvasalia le ha convencido.
El diseñador presentó ayer en París la colección de Balenciaga para el próximo verano, y en un intento por ser "más Demna y menos Cristóbal" -como recogía Vogue Runway tras el desfile-, apostó por las Crocs en colores flúor y con mucha plataforma. Una excentricidad que no tardó en viralizarse, aunque no es la primera vez que la vemos. De hecho, la fuente de inspiración podría ser el diseñador catalán Roberto Piqueras.
El creador publicó ayer en su Facebook una foto comparando el modelo de la firma con uno de su colección Otoño-Invierno 2014. “La verdad es que estoy bastante desconectado de la moda. Ayer estaba más centrado en lo que ocurría en Cataluña que en el desfile de Balenciaga. Pero una amiga con la que viví eses años en Londres, me pasó la foto bromeando: "Después de cuatro años, Balenciaga se da cuenta de que tiene que hacer esto”, cuenta Piqueras, todo un referente a la hora de hablar de moda urbana y estética trap.
El zapato de la discordia pertenece a la colección que presentó en la capital británica en 2014, inspirada en la cultura digital y la iconografía pop. "En esa época los Crocs eran los zapatos más ridículos y feos que podías encontrar. Las Buffalo, las mismas con las que yo fui al instituto, también habían explotado, así que decidí diseñar mis Crocs-Buffalo. Obviamente, ninguna de las marcas estaban detrás. Contacté con un zapatero que me las hizo y así quedaron", recuerda el diseñador, que presentó su colección en un campo de fútbol y con solo dos modelos que se iban cambiando de ropa al aire libre, mientras los asistentes emitían el espectáculo por streaming.
Lo de Balenciaga para el catalán es solo algo anecdótico. Desde que debutó en EGO allá por el 2009, puede presumir -aunque prefiere no hacerlo-, de ser el primero en trabajar con los artistas que ahora se rifan todas las marcas. Descubrió a Yung Beef antes de que se codeara con Calvin Klein, a Sita Abellán antes de que la fichara Rihanna y lo mismo le ocurrió con la cantante Charlie XCX. "La conocí un día de fiesta gracias a una estilista de Londres. Apenas tenía followers y solo un disco publicado. Trabajamos juntos porque necesitaba a alguien creativo para hacer unas fotos, y ahora es imposible hablar con ella. Me escribe por Instagram, pero ya no me invita a comer a casa", bromea el diseñador.
A Piqueras, en realidad, no le preocupa si Demna Gvasalia le copió el diseño o no. Hace tiempo que dejó su firma para centrarse en sus estudios de Educación Social. "Las performance y los desfiles que hacía siempre tenían un punto reivindicativo, más político y más social. Otro tipo de mensaje que no era simplemente estético. A partir de ahí me di cuenta de que me faltaba un feedback, o un contacto con el público, que con la moda no lo conseguía. La moda era mi fuente de ingresos y parar todo el maquinaria era un poco complejo, pero al final decidí estudiar otra carrera. Sabía que quería seguir relacionado con la creatividad, pero con otra base".
En cambio, es ese punto crítico lo que echa en falta en las colecciones de Balenciaga o Vetements. "Para mucha gente el look working class no es una broma, a veces no tienen otra opción. Que gente con ciertos privilegios juegue a disfrazarse, me parece una falta de respeto increíble. Hay que tener sentido del humor, pero no sé hasta que punto todo ese juego tiene gracia. Yo siempre he hecho -de forma independiente y sin colaboraciones-, lo que he visto a mi alrededor. Por eso, yo nunca he hecho nada que tuviera que ver con el lujo, no vengo de ese background, y siempre he usado el chandal como soporte".
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