Las tiendas de Comercio Justo, el corazón del movimiento
Las ventas de comercio justo en España alcanzan los 40 millones de euros
Desde la Coordinadora insistimos en que el auténtico Comercio Justo es mucho más que la compra y venta de productos elaborados en unas condiciones de trabajo dignas. Es y debe ser un movimiento social que persigue el desarrollo y la justicia a nivel global.
De ahí que las organizaciones y tiendas trabajemos no solo en la comercialización sino también en la sensibilización a la ciudadanía sobre la importancia del consumo crítico y responsable, y en la incidencia política, para avanzar en políticas comerciales justas. La interrelación entre estas tres “patas” es lo que, en nuestra opinión, nos permite ir construyendo procesos de mejora reales, cambios tangibles y duraderos.
Recientemente desde la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) hemos publicado nuestro informe anual que analiza la realidad del sector en España, las tendencias y su evolución. Constatamos que las ventas han seguido creciendo, alcanzando los 40 millones de euros, lo que supone un 15% más que en 2015, un incremento que dobla al registrado en los dos últimos años. Este aumento de las ventas constituye sin duda una excelente noticia, especialmente porque contribuye a la calidad de vida de quienes han elaborado estos productos y también de su comunidad.
A su vez, las 75 tiendas de Comercio Justo integradas en la CECJ hemos logrado frenar la caída de ventas que comenzó en el 2008. Incluso, hemos aumentado la facturación respecto al año anterior, de 5’5 millones de euros a 5’8. Nuestro peso en el mercado, sin embargo, es solo de un 13%. Por su parte, las grandes superficies y el llamado canal HORECA, que agrupa a empresas de hostelería, restauración y catering, ganan peso económico en el sector, y generan el 74% del consumo de Comercio Justo.
Las tiendas son lugares donde la ciudadanía se puede organizar para contribuir a un mundo más justo
Esperamos que este aumento, aunque ligero, de las ventas en las tiendas de Comercio Justo, suponga el inicio de un cambio de tendencia, ya que si bien es cierto que todas las compras de productos de Comercio Justo contribuyen al desarrollo de las comunidades donde trabajamos, al realizarse en canales que no son los propios del Comercio Justo perdemos la oportunidad de contribuir a fortalecer el movimiento en nuestro país. Por decirlo con otras palabras: apoyar las ventas en las tiendas de Comercio Justo permite seguir impulsando actividades de sensibilización y denuncia de los abusos que se cometen en prácticamente todas las cadenas de producción.
Desde las tiendas y organizaciones pensamos que el hecho de que cada vez se compren más productos de Comercio Justo es fruto, fundamentalmente, del trabajo de concienciación y sensibilización ciudadana que nosotras hemos venido haciendo desde hace más de 30 años. Las empresas se van sumando a una creciente demanda de productos justos y ecológicos donde, por un lado quieren dar respuesta a estos consumidores concienciados, pero por otro lado encuentran simplemente un negocio.
Para nosotros, el Comercio Justo no es solo consumir otros productos, es hacerlo de forma consciente, es preocuparse por saber quién los elabora y si lo hace en condiciones dignas y adecuadas. Es saber que nuestro consumo tiene consecuencias y genera una serie de impactos. El Comercio Justo es, por tanto, la respuesta a una forma de entender el mundo y las relaciones comerciales. Y las tiendas de Comercio Justo son los espacios donde la ciudadanía no solo puede acceder a toda esta información sino también donde puede implicarse activamente como voluntario o participar en las actividades de sensibilización que realizamos.
Las tiendas son, en definitiva, lugares donde la ciudadanía se puede organizar para seguir contribuyendo a un mundo más justo. Fortalecer estos espacios supone mantener vivos lugares de encuentro y de vida de barrio, desde los que construir una sociedad diferente.
Por ello las organizaciones y tiendas de Comercio Justo hacemos un llamamiento a la ciudadanía, a todas aquellas personas que realizan un consumo responsable, a que, en la medida de lo posible, adquieran los productos de Comercio Justo en las tiendas. Pero por encima de todo hacemos un llamamiento para que la ciudadanía se informe y denuncie toda clase de abusos y violaciones de Derechos Humanos en las cadenas de producción. Una sociedad global más justa es posible, entre todos y todas podemos avanzar hacia ella.
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