Sastrería para acróbatas

La sastrería es práctica por definición. Los genios que inventaron el traje masculino en el siglo XIX lo concibieron como una fórmula apta para favorecer a cualquier hombre en cualquier situación, solucionando de una puntada más de un dolor de cabeza. Sin embargo, eso no implica que no se pueda ir más allá para mejorar una fórmula ya casi perfecta, y eso es lo que se propone Mango Man con su última aportación al armario masculino. Se llama Slim Fit Travel y es una línea de trajes pensada para el más ocupado de los hombres: el que viaja con frecuencia.

Mango | ICON

A la hora de viajar, el viejo mandato minimalista de Mies van der Rohe ("Menos es más") sigue conservando toda su vigencia. Se traduce en emplear complementos de viaje tecnológicos, tarjetas de embarque digitales y maletas ultraligeras y ultra resistentes, y también trajes como este que ahora presenta la firma catalana. A primera vista, es un dos piezas clásico y cómodo, con un corte entallado que genera una silueta favorecedora y una gama de colores aptos para cada día.

Las peculiaridades comienzan cuando prestamos atención a los detalles. Por ejemplo, a su tejido 100% lana, ligero y flexible, capaz de resistir al paso del tiempo sin limitar la libertad de movimiento. Es elástico, así que esquiva las arrugas con elegancia y llega impecable al fin del día gracias a un complejo hilado de alta torsión. Está recubierto por una capa resistente al agua que disimula las manchas de lluvia y otros líquidos. También su patrón incluye detalles pensados para los nómadas contemporáneos: bolsillos interiores para tener siempre a mano (y siempre a buen recaudo) el teléfono móvil y el pasaporte.

Para presentarlo, la firma ha creado junto al estudio audiovisual Gus&Lo un vídeo de lanzamiento. Su protagonista es Julius Hjernø, todo un experto en ese arte del desplazamiento acrobático llamado Parkour. Enfundado en un impecable traje Slim-Fit Travel, Hjernø demuestra que se puede efectuar casi cualquier tipo de movimiento sin que el traje se resienta. Otra cosa son las agujetas, claro.