Supertormentas de destrucción masiva
Finalmente, no han sido los temidos misiles balísticos norcoreanos, sino monstruosas tormentas las responsables de una devastación sin parangón en extensas zonas de EE UU. Sin duda, Kim Jong-un puede representar una amenaza para la superpotencia americana y el resto del mundo; no obstante, es incomprensible que este gran país que está sufriendo en propia carne una destrucción masiva de origen meteorológico no advierta aún que es el cambio climático el responsable de la desmesurada virulencia de estos fenómenos climáticos, lo que debería situar al cambio climático en su enemigo número uno. Lamentablemente, esta miopía que desoye a sus propias agencias y expertos impide que ese gran emisor de gases de efecto invernadero que es EE UU deje de alimentar a su principal enemigo. Por amistad y por propio interés, creo pertinente recomendar al amigo americano y a la persona de su presidente que atienda las advertencias de sus propios expertos de la NASA, NOAA y tome urgentes medidas para reconvertir su sistema energético de fósil a renovable en aras de evitar que el cambio climático siga devastando y empequeñeciendo a su gran país en favor de otros que alterarán geoestratégicamente el mundo.— Martí Gassiot (Barcelona).
