Democracia y respeto a la propia ley
Tanto el artículo 56 del Estatut de Sau, de 1979, como el artículo 222 del vigente Estatut de 2006 exigen, para la reforma del Estatuto, dos tercios del Parlament y subsiguientes ley orgánica y un referéndum positivo de los electores. Mayoría cualificada, muy sensata por la trascendencia de la decisión y común a cualquier país democrático. A mí no me quita el sueño que el señor Puigdemont, Junqueras o quien sea se sientan o no españoles. Los electores y contribuyentes no exigimos sentimientos. Solo exigimos a los mandatarios que administran y gastan nuestro dinero firmando diarios oficiales que cumplan la ley: para empezar, el propio Estatuto de Autonomía de Cataluña. Si no respetan sus propias leyes, no hay democracia. Los diputados fueron votados con esas reglas de juego.— José Miguel Rodríguez Tapia. Madrid.
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