_
_
_
_
Blogs / El Viajero
El viajero astuto
Por Isidoro Merino

El gallipato zombi

Una especie de tritón es capaz de usar sus costillas como lanzas venenosas

Isidoro Merino
Ejemplar de tritón de California, uno de los anfibios más venenosos que existen.
Ejemplar de tritón de California, uno de los anfibios más venenosos que existen.Connor Long (Wikimedia Commons)

En la naturaleza existe una regla de oro no escrita: si un animal tiene colores llamativos, no lo toques ni te lo comas; probablemente será venenoso. En biología, esta forma de avisar de que eres malo se conoce como aposemasis, y significa que si besas esa ranita de colores, tú te morirás y ella no se convertirá en un príncipe. También vale para las serpientes, los moluscos, las salamandras, los peces, las orugas o las mariposas, pero no para tu cuñada, aunque se ponga mucho colorete. Otros bichos optan por disimular; a esa habilidad que poseen algunos seres vivos para asemejarse a otros organismos con los que no guardan relación o a su propio entorno se la conoce como mimetismo. Los camaleones son unos maestros. Los pulpos, alumnos aventajados.

Ejemplar de salamandra
Ejemplar de salamandraDidier Descouens (Wikimedia Commons)

Amarillo salamandra

Negro más amarillo igual a peligro. La piel de la salamandra común (Salamandra salamandra) tiene una coloración típicamente aposemática —también la usan las avispas—, formada por franjas negras y amarillas que advierten a sus posibles depredadores de que sabe muy mal y se pueden poner malitos si se la comen. Distribuida por los territorios del oeste, centro y sur de Europa, se trata de uno de los urodelos más llamativos, aunque no suele superar los 20 centímetros de longitud.

Tritones mortíferos 

Otras especies de anuros como el tritón de manchas rojas (Notophthalmus viridescens) y el tritón de california (Taricha torosa) segregan una sustancia llamada taricatoxina o salamandrina, químicamente similar al veneno neurotóxico de los peces globo: en el caso del tritón de California, una sola gota de este veneno bastaría para matar a siete mil ratones.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS
El gallipato o tritón español es capaz de proyectar sus costillas venenosas.
El gallipato o tritón español es capaz de proyectar sus costillas venenosas.Wikimedia Commons

Los anfibios no poseen ningún aparato inoculador; sin embargo, hace poco se descubrió que el tritón español o gallipato (Pleurodeles waltl), el mayor urodelo que existe en Europa (30 centímetros), es capaz de utilizar sus propias costillas como lanzas venenosas. Al sentirse amenazado, las empuja hasta que estas atraviesan la piel para exponer una hilera de huesos que actúan como púas envenenadas. Según la investigación, publicada en 2009 en el Journal of Zoology, tan radical mecanismo de defensa no causa ningún daño al tritón, que además es capaz de regenerar posteriormente su piel.

Síguenos en Twitter y en Flipboard

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Isidoro Merino
Redactor del diario EL PAÍS especializado en viajes y turismo. Ha desarrollado casi toda su carrera en el suplemento El Viajero. Antes colaboró como fotógrafo y redactor en Tentaciones, Diario 16, Cambio 16 y diversas revistas de viaje. Autor del libro Mil maneras estúpidas de morir por culpa de un animal (Planeta) y del blog El viajero astuto.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_