17 dúos musicales demasiado estrambóticos para ser ciertos (pero reales)

Las colaboraciones en la música han existido desde tiempos remotos, y desde hace algo más de una década se han vuelto obligatorias, una fórmula de la industria para vender más discos. Y hay dúos coherentes, apetecibles, y dúos que parecen concebidos por una mente trastornada o fruto del azar. Sabemos que los escenarios y estudios de grabación son lugares en los que puede ocurrir casi cualquier cosa (no siempre buena), pero en ellos se han dado encuentros que, porque los hemos visto, que si no, no nos los creeríamos. Tienen su gracia, en cualquier caso, aunque no hay homogeneidad en cuanto a la calidad de la obra resultante.

Foo Fighters + Rick Astley: Never gonna give you up (2017)

Vale, a Dave Grohl, líder de Foo Fighters, le ponen mucho las colaboraciones, pero ¿tanto como para juntarse con Rick Astley, el ídolo de jovencitas de finales de los ochenta? No se nos ocurre otro artista más en las antípodas del rock cañero que se gasta el exbatería de Nirvana. Testigos de esta alianza simpar fueron los espectadores de Foo Fighters en Tokio, Japón, el pasado agosto. Para colmo, el tema era Never gonna give you up, el gran éxito de Astley de 1987, que el grupo llevó a un terreno muy nirvanero. Astley sacó su vena rockera y saludó al respetable con un: “¡Vamooos, hijos de putaaa!”. Pincha aquí para ver el vídeo.

Nelly + Tim McGraw: Over and over (2004)

Con la música pasa un poco como con la coctelería: no todo se puede mezclar. O sea, poder se puede, otra cosa es que lo tolere tu estómago. Corría 2004 cuando al rapero Nelly se le ocurrió contar con el cantante de country Tim McGraw para el tema Over and over. La grabación es poco afortunada: Nelly ni canta ni rapea (hace una cosa intermedia), McGraw murmura y una nota inconexa de guitarra se cuela aquí y allá como de prestado, subrayando que estamos ante un pastiche de tomo y lomo. Pincha aquí para constatarlo.

Flaming Lips + Ke$ha, 2012: You must be upraded (2012)

Dos no colaboran si uno no quiere, y en este caso por desgracia quisieron los dos. Si te gustan Flaming Lips (grupo de indie rock psicodélico) es que no tienes ningún punto de conexión con la música comercial; si te gusta Ke$ha, se supone que te van Britney Spears y Katy Perry. Claramente hay algo aquí que no encaja. Pero espera a escuchar el tema: es la clase de música que uno pondría en Halloween para ahuyentar a los niños. La cosa no terminó ahí, pues llegaron a grabar un álbum juntos que alguien con buen criterio se encargó de abortar. Pincha aquí para escuchar la canción.

Elton John + Eminem: Stan (2001)

Un momento: ¿no es Eminem el rapero polémico, al que muchos acusan de misógino y violento? ¿No es Elton John… gay? ¿No es un Sir? Pues va el cantante y pianista y sale cantando con el ídolo del hip hop en la ceremonia de los Grammy de 2001. ¡P-p-pero esto qué es! Y eso que algunos ya se habían rasgado las vestiduras cuando escucharon la dulce voz de Dido en la versión original. Hablando de vestiduras, ignoramos por qué Elton robó una de sus chaquetillas a Alberto Chicote. Pincha aquí para ver el vídeo.

Snoop Dogg + Willie Nelson: My medicine (2009)

Son colegas, unidos por lo que la revista Newsweek denominó “un romance de marihuana”. Puede que esa sea la “medicina” a la que hace referencia el título de la canción con la que empezaron una serie de curiosas colaboraciones. En honor a la verdad, en este tema Snoop Dogg (actualmente 45 años, 1,93 de altura) rapea la mar de bien sobre una base inequívocamente country, mientras Nelson (84 años, 1,68 m) le acompaña de una forma un tanto somnífera, pero es lo que tiene. Pincha aquí para ver el vídeo.

The KLF + Tammy Wynette: Justified and ancient (1991)

¿Qué necesidad tenía Tammy Wynette, a la que apodaban “La Primera Dama del country”, expareja (sentimental y musical) del gran George Jones… qué necesidad tenía, decimos, para acceder a la disparatada colaboración con el intrascendente grupo de música dance-rap británico The KLF? Sea como fuere, escucharla cantar en 1991 (a sus 50 años) sobre camiones de helados y luces estroboscópicas descolocó a la mayoría. Pincha aquí para disfrutarlo.

Luciano Pavarotti + Skin: You’ll follow me down (2000)

Pavarotti no tenía un millón de amigos, como Roberto Carlos, pero casi. De ahí que en la franquicia de Pavarotti & Friends cupieran amistades tan improbables como la de Skin, la aguerrida vocalista del grupo de rock duro Skunk Anansie. Su encuentro tuvo lugar en Módena (Italia), en 2000, durante un concierto benéfico para Camboya y el Tíbet. Y no, no cantaron La traviata, sino este tema de un disco de Skunk Anansie publicado el año anterior. Pincha aquí para ver su actuación.

Ozzy Osbourne + Jessica Simpson: Winter wonderland (2003)

Hay que estar muy embriagado del espíritu de la Navidad (o de lo que sea) para plantear esta colaboración y llevarla a buen término. La bella y el bestia, podría haberse titulado. De un lado, Ozzy Osbourne, leyenda del heavy rock, conocido un día por decapitar gallinas a mordiscos en los escenarios (y, por aquel entonces, estrella de su propio reality en la MTV). De otro, Jessica Simpson, con su imagen de eterna animadora, cuyo único mordisco televisado ha sido a una cuatro estaciones en un anuncio de Pizza Hut. En un giro dramático de los acontecimientos, años después Jessica Simpson compró la mansión que había pertenecido a Ozzy. Pincha aquí para ver el vídeo.

Nick Cave + Kylie Minogue: Where the wild roses go (1996)

Ah, Australia, esa lejana tierra de desiertos rojos y animales exóticos, donde las experiencias más extrañas pueden producirse… Como que dos australianos cada uno de su padre y de su madre (también en sentido musical) canten juntos en un estudio. Nick Cave, rockero lúgubre, se acompañó en esta melodramática balada de Kylie Minogue, cantante de luminoso pop-dance y futura diva de las discotecas. Decir que él le arrebata toda la alegría a ella es quedarse corto… ¡Si hasta Kylie se muere en el vídeo! Pincha aquí para verlo.

Richard Cheese + Stephen Hawking: The girl is mine (2009)

Vocoder parece, Stephen Hawking es. Así puede resumirse la que posiblemente es la colaboración más friki de todos los tiempos, perpetrada por Richard Cheese, músico/cómico neoyorquino especializado en versiones swing de canciones conocidas. Para este hito de la fonografía decidió recrear The girl is mine, el tema de Michael Jackson y Paul McCartney de 1982. La robótica voz de Hawking (aquejado de una enfermedad motoneuronal que le obliga a comunicarse mediante un procesador vocal), no amilanó a Cheese, que debió de pensar: si Daft Punk lo hacen, ¿por qué yo no? Pincha aquí para escucharlo y flipar.

Weezer + Kenny G: I’m your daddy (2010)

Aparte de lo chocante de la colaboración, parece hecha a mala idea. Como verás en el vídeo, primero salen Weezer tocando como si tal cosa uno de sus temas, con sus gafas, sus chándales y sus guitarras puntiagudas. Todo correcto, hasta que llega el momento del solo y uno pega un respingo como cuando Jason reaparecía en la primera entrega de Viernes 13. Esa melena… ese instrumento alargado… solo pueden pertenecer a la única persona que se ha forrado tocando un saxo soprano. El hombre que ponía música a los ascensores. Y por la reacción de los chicos de Weezer, no hay ni pizca de ironía. Pincha aquí para ver el vídeo.

David Bowie + Bing Crosby: Little drummer boy (1977)

Suele decirse que la Navidad es la época más mágica del año, y mucha magia debió de hacer falta para poner a cantar juntos El tamborilero a Bing Crosby y David Bowie en un especial de televisión en 1977. Ambos, dos dandis: aceptamos barco. Pero, por lo demás, no tenían ni un punto de coincidencia: Bowie tenía 30 años; Crosby, 73 (moriría un mes después jugando al golf en La Moraleja, Madrid); uno era el príncipe del glam rock, el otro, un actor y crooner chapado a la antigua; hasta las formas de sus cabezas difieren enormemente. José Luis Moreno no conseguirá nunca nada igual en sus galas navideñas. Pincha aquí para apreciar este documento.

Aerosmith + Run DMC: Walk this way (1986)

Mezclar el rock duro con el rap llegó a ser frecuente en los tiempos de los nunca suficientemente denostados Limp Bizkit (mediados de los noventa), pero cuando Aerosmith colaboró en 1986 en esta versión de uno de sus primeros éxitos a cargo de Run DMC —el tema original era de 1975—, muchos se quedaron a cuadros. Melenas y sombreros, fulares y collares, punteos y scratches, botas de ante y Adidas se funden aquí en deliciosa armonía. Pincha aquí para ver el vídeo.

Metallica + Lou Reed: Lulu (2011)

La deriva que ha caracterizado algunas etapas de la carrera de Metallica fue tratada hasta en un documental (Some kind of monster, 2004). Ni siquiera eso explica la colaboración que en 2011 la banda de metal materializó junto a Lou Reed. No grabaron una sola canción, sino todo un álbum conceptual (Lulu) inspirado en una obra de teatro de 1937, basada a su vez en obras del dramaturgo alemán Frank Wedekind (1864-1918), con alusiones a Jack el Destripador. A ver eso cómo se come. Pincha aquí para verlo.

Nino Bravo + Javier Andreu, de La Frontera: Un beso y una flor(1995)

Hace ya un tiempo que la siempre sabia industria musical encontró en los discos de dúos una herramienta eficaz para seguir haciendo caja con éxitos de antaño. ¿Que el cantante principal está muerto? Mucho mejor: no puede protestar. No sabemos qué habría opinado el relamido Nino Bravo si en su día le hubieran planteado cantar con un cantante de rock vaquero como Javier Andreu, de La Frontera. Tampoco sabemos qué pasó por la cabeza de este para aceptar el trato. En cualquier caso, el resultado está en el límite del bien y del mal. Pincha aquí y ya nos dirás.

Natalie Cole + Nat King Cole: Unforgettable (1992)

“Inolvidable”, se titulaba la canción, e inolvidable también el dúo que se marcaron Natalie Cole y su padre, Nat King Cole… más que nada porque él estaba muerto (había fallecido 27 años antes). Y no, no es que el excepcional cantante regresara cual walking dead para cantar en la ceremonia de los Grammy de 1992, sino que, gracias a un perverso recurso tecnológico, su voz, en playback, y su imagen, en vídeo, se alternaban con su hija, de cuerpo presente. No sabemos si luego harían la ouija para preguntarle si le había gustado (un golpe) o no (dos). Pincha aquí para ver la actuación.

Camilo Sesto + Papa Francisco: Padre nuestro (2016)

Ignoramos cómo se pergeñó esta colaboración; tampoco queremos saberlo. La única explicación que encontramos son los tres grados de separación entre uno y otro: recordemos que Camilo Sesto fue el memorable protagonista de Jesucristo Superstar. Estamos ante una peculiar versión del Padre nuestro —letra libre de derechos—, publicada en diciembre de 2016, cantada por un Camilo en estado puro y salpicada con rezos en latín del Santo Padre. Sobrecogedor. Pincha aquí para escuchar un fragmento.