Malas decisiones
El conflicto del aeropuerto de Barcelona se solucionará, aunque sea mal, pero debemos meditar sobre las causas que lo están provocando: primero, privatizar la seguridad nacional; segundo, gestionar la empresa adjudicataria solo basándose en sus beneficios; tercero, no asumir los trabajadores que su trabajo tiene un impacto diferente a otros, y cuarto, no incluir cláusulas de penalización en el contrato de externalización. Al final, y como avisaron los sindicatos policiales en su día, se opta, por una errónea decisión gubernamental, con lo que se desprestigia al país y a sus instituciones y se produce un sobrecoste para los ciudadanos. Hay por parte de este Gobierno una dejación de sus responsabilidades y de sus obligaciones, y de esas decisiones erróneas vienen estos lodos.— Dionisio Rodríguez Castro. Villaviciosa de Odón (Madrid).
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