La Generalitat Valenciana, la primera comunidad que pide al Gobierno que retire a la homeopatía su condición de medicamento
La Consejería de Sanidad envía una instrucción a los centros públicos para que dejen fuera las pseudoterapias
"La buena práctica médica está ligada a la evidencia científica". Con estas palabras, la consejera de Sanidad de la Generalitat valenciana, Carmen Montón ha marcado una línea clara entre lo que debe y no debe hacerse en los centros sanitarios que dependen de su gestión. En una rueda de prensa, Montón ha ido más allá de una simple declaración de intenciones: por primera vez, se ha reclamado desde una autonomía al Ministerio de Sanidad que se retire a la homeopatía su condición de medicamento. Además, Montón ha enviado una instrucción a todos los centros sanitarios para dejar claro que las pseudoterapias no tienen sitio en la sanidad pública.
Las administraciones públicas tienen la obligación de "diferenciar claramente entre los productos que cuentan con un respaldo de medicina basada en la evidencia", defiende Montón
Según la consejera, las administraciones públicas tienen la obligación de "diferenciar claramente entre los productos que cuentan con un respaldo de medicina basada en la evidencia respecto a todos aquellos productos y prácticas que no han demostrado su eficacia", en referencia a la homeopatía y a otras pseudoterapias. Montón ha especificado las prácticas que no se consideran útiles para los pacientes según un informe del propio Ministerio de Sanidad, y que "no deben sustituir" a otros tratamientos con eficacia terapéutica o curativa contrastada. Recientemente, la Real Academia Nacional de Farmacia alertaba de que la homeopatía puede poner en riesgo la salud porque puede llevar a los pacientes a abandonar tratamientos eficaces.
Para evitar estos riesgos, Montón ha enviado a Sanidad una petición para que se modifique legalmente la condición de medicamento que se ha otorgado a la homeopatía a pesar de no haber demostrado su eficacia más allá del efecto placebo. "La consideración de la homeopatía como medicamento supone un riesgo real que influye directamente en la protección y el restablecimiento de la salud", dice el documento al que ha tenido acceso Materia, "dado que puede provocar que se utilicen los productos homeopáticos en lugar de los medicamentos que han demostrado su efecto". La solicitud que firma Montón reclama a Sanidad, por un lado, que suprima el artículo 50 del real decreto 1/2015 que reconoce esa condición de medicamento a la homeopatía. Y, por otro lado, pide al ministerio que dirige Dolors Montserrat que tramite en la Unión Europea la desaparición del paraguas legal que empujaba a ese reconocimiento en la legislación española.
El gesto de la consejera valenciana va más allá. No solo pide a las autoridades que rectifiquen en su consideración de la homeopatía, sino que ha enviado una instrucción a los responsables de los departamentos de salud en la que recuerda que en los centros públicos solo se pueden acoger prácticas reconocidas oficialmente y por profesionales sanitarios. La circular, pensada para que se distribuya entre los médicos y el resto de personal sanitario, insiste en que los productos homeopáticos están expresamente excluidos de la cartera de servicios comunes de prestación farmacéutica. La circular es clara: "No está autorizada la publicidad, promoción, presencia o desarrollo de cualquier actividad que no sea reconocida como asistencial, consideradas como pseudociencias porque no hay conocimiento y experimentación científica de estas".
La instrucción, que entra en vigor hoy mismo, va por tanto más allá de la homeopatía y se remite al catálogo de actividades que el Ministerio de Sanidad considera pseudociencias por no considerarse práctica médica basada en la evidencia científica: la medicina naturista, la naturopatía, la medicina tradicional china, la acupuntura, el ayurveda, la fitoterapia, la terapia nutricional o los tratamientos con vitaminas. También las pseudoterapias físicas, como la osteopatía, la quiropraxia, el quiromasaje y drenaje linfático, la reflexología, el shiatsu o la aromaterapia, las técnicas de la mente y el cuerpo, el yoga, la meditación, la oración, la kinesiología, la hipnoterapia, la sofronización, el arteterapia, las técnicas sobre la base de la energía, el Qi-Gong o Chi-Kung, el Reiki, la terapia floral, la terapia biomagnética "y cualquier otra actividad semejante o equivalente a las citadas".
Varapalo en Reino Unido
La homeopatía lleva una racha tan mala que ya se ha convertido en rutina que reciba varapalos de instituciones sanitarias, profesionales o científicas. Hoy es la Generalitat valenciana y el viernes fue un informe del Sistema Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés). Este organismo publicó unas nuevas directrices nacionales que establecen que no se prescriban 18 tratamientos, incluyendo la homeopatía y los tratamientos a base de hierbas, que suponen una pérdida "para los contribuyentes birtánicos de 141 millones de libras al año (unos 157 millones de euros)". Simon Stevens, director ejecutivo del NHS en Inglaterra, describió la homeopatía como "en el mejor de los casos un placebo y un mal uso de los escasos fondos del NHS". Según el documento, la homeopatía le estaría costando a las arcas públicas más de 100.000 euros anuales. La recomendación es que los prescriptores en atención primaria no deben iniciar a los nuevos pacientes en productos homeopáticos y asesorar para que dejen de prescribir estos artículos a todos los demás pacientes y, cuando proceda, se aseguren de la disponibilidad de otros servicios pertinentes para cambiar la homeopatía por otro tratamiento válido.
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