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Seis productos para los primeros baños del bebé en la piscina

Recomendaciones del blog de EL PAÍS 'De mamas & De papas' para que los pequeños disfruten del agua

Getty Images
Carolina García (De mamas & De papas)

El verano es un momento ideal para que nuestros hijos aprendan a nadar, sobre todo para aquellos pequeños que tienen de 0 a 3 años y cuya seguridad es primordial para los padres. Un bebé que no sabe flotar se puede ahogar en dos centímetros de agua y hay que tener en cuenta que los niños a estas edades se mueven con mucha agilidad, pero sin percepción de peligro, según la Asociación de Pediatría Española. Nada sustituye a la vigilancia de los padres, que es fundamental, pero hay productos que contribuyen a la seguridad.

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Ser madre o padre primerizo, como es mi caso, te crea sentimientos de inseguridad y de sobreprotección, y muchas veces escoger los productos más adecuadas y seguros es una compleja criba entre amigos, familiares con hijos o buscar por Internet y tener en cuenta la valoración de los usuarios. Por este motivo, en ‘De mamas & De papas’ os recomendamos seis artículos que a mí y a mi pequeña nos han servido para que ambas disfrutemos del agua y de la playa con más tranquilidad. Obviamente, es mi punto de vista. Ella, con dos años, ya nos dirá lo que le parece más adelante.

Pero ojo, para todos los productos que recomendamos y que yo misma he probado, hay que ver y elegir bien la talla del niño. Mi consejo es que los papás se fijen más en los centímetros que mide el niño que en los meses que pone en la etiqueta, ya que este último dato varía mucho de unos productos a otros. Y otro detalle: hay que asegurarse de que lo que compremos sea eficaz, seguro, útil y tenga calidad.

Bañador con flotador incorporado

En principio es una idea brillante ya que el niño puede corretear por todos lados con el flotador incorporado. El bañador en sí es muy sencillo y colorido, para que se vea al niño desde larga distancia, y hay tanto para niño como para niñas. Luego a la altura de la cintura hay un flotador que se infla y se desinfla según la necesidad. Una opción muy barata, no supera los 20 euros, y segura. Eso sí, ojo con la talla, ya que si el bañador le queda grande, el flotador no hará su servicio y el agua entrará, impidiendo que funcione al 100%.

Cinturón de gomaespuma para los bebés que ya saben flotar

Una de las cosas que he encontrado más útil son los cinturones de gomaespuma. Se colocan alrededor de la barriga del pequeño, la gomaespuma siempre del lado de la tripa y proporciona autonomía al bebé que flota y se puede mover libremente —siempre con algún ojo adulto pendiente—. Si puede haber algún inconveniente es la movilidad fuera del agua del pequeño. Es muy aparatoso. Pero para dentro del agua, este artilugio es un 10. Es para niños de aproximadamente de 2 a 6 años y que pesan de 15 hasta 30 kilos.

Bañador ajustable

Este bañador está diseñado para los bebés que están experimentando su vida sin los pañales convencionales de agua. Muchos padres quitan el pañal en verano, pero les preocupa que sus pequeños hagan sus necesidades en el agua. Esta prenda es ajustable tanto en cintura como en las piernas, para evitar cualquier tipo de escape. Hay que vigilar la talla para que al pequeño le quede adecuadamente ajustado. Es resistente a manchas y se puede lavar a 40 grados en la lavadora. Eso sí, hay que enjuagarlo en cuanto suceda el incidente.

Bañador con protección contra los rayos UVA

Uno de los grandes avances de las empresas textiles es la creación de bañadores y ropa que protegen de los rayos UVA. Un avance que nos da mucha seguridad a los padres, debido a que la exposición al sol es peligrosa para todos, pero sobre todo para los más pequeños. Mi hija, por ejemplo, es muy blanca y necesita kilos y kilos de crema y, por lo menos, las partes que cubre el bañador están protegidas. Un niño de dos años no para moverse, de jugar, de querer estar el agua, y que su piel esté cuidada es fundamental. Aunque no evita dar crema en las partes desprotegidas de forma continua y cada vez que el pequeño salga del agua y esté bien seco, o cuando esté más de dos horas al sol. Si tiene el pelo mojado o está jugando en la arena, siempre es aconsejable que lleve un gorro. 

Gafas para bucear

El cloro de las piscinas y la sal del mar pueden ser dañinos para los ojos de los niños. Usar gafas de buceo, si el niño se deja, puede ser una buena forma de protegerlos. Hay que tener en cuenta que deben ser cómodas para el pequeño; mi hija, por ejemplo, aguanta las de doble correa y tienen que ser ajustables.

Piscina de plástico para los bebés que no saben nadar

La piscina de plástico para los niños puede ser una buena opción, sobre todo para los que no nadan ya que les permite estar en remojo. Lo ideal es colocarla a la sombra, rellenarla con agua fría y estar siempre vigilando al pequeño. La que yo elegí tiene una sombrilla incorporada y la peque la disfruta un montón. Yo la recomendaría desde el año o cuando el bebé ya haya empezado a andar.

Sobre la firma

Carolina García (De mamas & De papas)
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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