Dioramas, arte en otra dimensión
CON EL TRANSCURSO de la historia, el papel de Louis Daguerre como pionero de la fotografía eclipsó su primer invento, el diorama. A medio camino entre el teatro y el cine, precursor de este, aquel espectáculo se valía de lienzos transparentes para, gracias a ingeniosos juegos de luces, transmitir la ilusión de profundidad y movimiento en las escenas, que se acompañaban de sonidos y otros efectos. Al calificarlo como la “maravilla del siglo”, poco sabía Balzac que aquella patente de 1823 terminaría arrumbada a la sombra del cinematógrafo. El nombre pasó a designar después una vitrina con elementos verdaderamente tridimensionales, de temática naturalista o etnográfica y voluntad educativa. En torno a todos sus diferentes mecanismos, y con el título de Dioramas, ha levantado su exposición veraniega el Palais de Tokyo de París que, hasta septiembre, desentraña sus mecanismos y su influencia en artistas contemporáneos, de Fiona Tan a Joan Fontcuberta.
Otra apuesta de la semana:
Desde Italia con amor (y música): El verano acerca a España lo mejor de la canción italiana.
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