En el 40º aniversario
La celebración del 40º aniversario de las primeras elecciones democráticas no pudo ser más representativa de lo poco que se ha avanzado desde entonces a escala política. La cuestión territorial ha empeorado como evidenciaron los parlamentarios que reclamaban el referéndum mediante urnas simbólicas; el tercer partido del arco se negó a aplaudir al Rey y lamentó la elusión por parte de este de las víctimas de la dictadura; el jefe de la oposición, ubicado en el gallinero, y el Rey emérito postergado cuando, guste o no, fue una figura indispensable para que pudieran celebrarse aquellos comicios. Creo que una sociedad en la que dos de cada tres personas no votaron la Constitución no puede mirar con optimismo el futuro si no se permite una reforma de la misma. El inmovilismo no vale, y diferir los problemas que nos acucian solo provocará que se agraven hasta que la situación sea insostenible.— Daniel García Delicado. Albacete.
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