Kate Moss, eterna musa del arte contemporáneo
Una nueva escultura inspirada en la famosa supermodelo británica se pone a la venta en Londres por 28.000 euros
Un busto desnudo, sin brazos y con el cabello recogido es la más reciente obra de arte que ha inspirado la supermodelo Kate Moss. La británica acaba de convertirse en musa involuntaria de un escultor lituano nacido en 1987 y afincado en Alemania que se llama Edgar Askelovic. La pieza, de estilo hiperrealista y bautizada con dudoso gusto (se titula MILF, un acrónimo que hace referencia a madres maduras y sexualmente atractivas), pesa 80 kilos y está realizada en silicona y resina de poliuretano. Pero la británica nunca ha posado para Askelovic y, de hecho, ni siquiera se conocen; el artista se sirvió de fotografías para intentar reproducir sus rasgos. Expuesta desde la semana pasada en la Opera Gallery, en el londinense barrio de Mayfair, el precio de la escultura asciende a 25.000 libras (más de 28.000 euros).
Según publica la prensa inglesa, fue el director de la galería, Jean-David Malat, quien acudió con el encargo al lituano, y le pidió que intentara capturar a Moss como "una mezcla entre Venus, icono y maniquí". Al parecer, el marchante reparó en Askelovic a raíz de otra de sus peculiares obras, titulada Diamond Dog, en la que representaba a David Bowie como un ser mitad hombre y mitad perro. Otras piezas del artista, que se inspira a menudo en celebridades, representan a Warhol convertido en un octogenario, a Amy Winehouse embalsamada entre flores y a la reina Isabel retratada como una mendiga.
No es, ni mucho menos, la primera vez que Moss, de 42 años, se convierte en una fuente de inspiración. Es más, en 2013 Christie's le dedicó a su estatus de musa una subasta con 58 lotes que recaudó casi dos millones de euros. El escultor Marc Quinn, el pintor Gary Hume, el artista Allen Jones y hasta Banksy (que superpuso su rostro sobre el de la Marilyn de Andy Warhol) son solo algunos de los artistas (casualmente, todos hombres) que han convertido a la supermodelo en supermusa.
Pero si hay una obra que merece una mención especial es el retrato que el pintor expresionista Lucian Freud realizó de Moss en 2002; ella posó desnuda y embarazada para el artista durante meses, y el cuadro, subastado en Londres en 2005, está hoy en manos de un comprador anónimo que pagó por él casi seis millones de euros. Tiempo después, la modelo confesaría que aquel óleo no fue la única obra de arte que salió de sus sesiones con el fallecido Freud: el pintor también le tatuó dos pequeñas golondrinas que alcanzarían cifras astronómicas si se pudiera pujar por ellas.
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