Miranda Kerr, envuelta en un escándalo de corrupción
La modelo australiana se suma a la lista de salpicados por el fraude del fondo malasio 1MDB, en la que también está Leonardo DiCaprio
El día de San Valentín de 2014 quedará grabado en la memoria de la modelo Miranda Kerr. Ese día, recibió como regalo un diamante en forma de corazón de 11,72 quilates, una creación de la firma neoyorquina Lorraine Schwartz. Para rematar el detalle, llevaba grabadas sus iniciales en el reverso.
Ahora, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que está investigando junto con la Reserva Federal al fondo malasio 1Malaysia Desarrollo Berhad (1MDB) por malversación, asegura que el diamante era un presente del empresario Jho Low, acusado de blanquear más de 360 millones del fondo, según informa Reuters. La cifra de dinero malversado en 1MDB, un fondo creado en 2009 para promover el desarrollo económico de Malasia, asciende a 4.036 millones de euros, según las autoridades estadounidenses.
Kerr mantenía entonces algo más que una amistad con el empresario, quien ese mismo año le compró otro diamante también en forma de corazón, de color rosa, de 8,88 quilates. En total, se estima que el valor de las joyas regaladas a la que fue ángel de Victoria’s Secret supera los ocho millones de euros.
Aunque no hay constancia de que la modelo haya recibido ninguna petición oficial para que devuelva los diamantes, la ONG SABM, , con sede en Melbourne (Australia), ya le ha reclamado que entregue todas las joyas que le fueron regaladas. La organización, que defiende “la restauración de la salud democrática de Malasia”, insiste en que no sugiere que Kerr haya cometido ningún delito.
La maniquí, hoy esposa del fundador de Snapchat, Evan Spiegel, no es ni el primer rostro famoso salpicado por el escándalo ni la única a la que Low agasajó con alhajas. La investigación apunta a que Low gestionó la compra de gemas para la esposa del primer ministro malasio, Rosmah Mansor —famosa en su país por su afición a la ostentación y el dispendio—, por valor de cerca de 30 millones de dólares, robados del 1MDB.
“Necesito un diamante en forma de corazón en color rosa vívido o ligeramente vívido engarzado en un colgante. Urgente”, escribió Low en un mensaje de texto a la misma joyería, Schwartz, en junio de 2013, según los archivos del proceso.
Otra de las personas que supuestamente recibió regalos fue el actor Leonardo DiCaprio, también cercano al empresario. La estrella sigue colaborando con los departamentos judiciales estadounidenses para esclarecer la presunta desviación de fondos procedentes de Malasia en la que está involucrada Red Granite Pictures, la productora de la película El lobo de Wall Street que el actor protagonizó en 2013.
DiCaprio ya ha entregado el Oscar de Marlon Brando —que le regaló Red Granite Pictures por su trabajo en el filme— a los investigadores estadounidenses y tendrá que devolver dos cuadros, uno de Picasso y otro de Basquiat, y una fotografía de Diane Arbus, supuestamente regalados por Low y su entorno.
El departamento de Justicia de Estados Unidos emprendió en julio de 2016 una ofensiva judicial para recuperar cientos de millones de dólares de fondos públicos desviados por el 1MDB.
Aunque la Fiscalía malasia ha apartado del caso al primer ministro, Najib Razaq, la investigación estadounidense muestra que las joyas regaladas a la “primera dama” fueron adquiridas a través de fondos que pasaron por la cuenta bancaria de su marido. Los últimos coletazos del fraude, que también investigan países como Singapur o Luxemburgo, podrían minar más aún la reputación de Razaq, quien aún no se ha atrevido a convocar las elecciones que Malasia debe celebrar antes de agosto de 2018.
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