Mujeres cosificadas
El debate sobre la cosificación de la mujer en los eventos deportivos es un tema recurrente que surge cada cierto tiempo. Siempre hay alguna circunstancia que vuelve a poner este asunto de relieve y que hace que los medios vuelvan a cubrirlo con fuerza. Y se hace con razón, porque parece mentira que en la época en la que estamos todavía se sigan produciendo este tipo de prácticas en las que se relega a las mujeres a posiciones meramente ornamentales. Mientras los protagonistas de los eventos, siempre hombres, son tratados como estrellas, ellas están ahí simplemente para dar sombra o entregar premios.
Lo que no ayuda son esas declaraciones de los deportistas afirmando que al menos así “se alegran la vista” o de aquellas azafatas que dicen no sentirse cosificadas. Una cosa es que la interesada lo consienta y que no le afecte y otra bien distinta que no se esté transmitiendo esa imagen de las mujeres. En Australia ya han acabado con estas prácticas; en nuestro país seguiremos debatiendo cada cierto tiempo.— Dei Arroyo Sanchis. Valencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.