Las noticias falsas no son periodismo
La información fruto de una investigación rigurosa y con datos verificados compite contra contenidos en redes sociales que a menudo están muy lejos de ajustarse a estándares de calidad
El periodismo desempeña un papel esencial para la sociedad: llevar al público noticias confiables y darle información verificada para que pueda formarse una opinión propia. Cada día, las noticias nos brindan una base para el diálogo y el debate y nos permiten tomar decisiones informadas sobre los asuntos que nos afectan. Este proceso contribuye a forjar nuestra identidad, nos ayuda a entender el mundo y contribuye a generar cambios significativos para construir un futuro mejor.
Sin embargo, en la actualidad quienes producen noticias hacen frente a varios desafíos. Las noticias confeccionadas a partir de una investigación rigurosa y con datos verificados compiten contra contenidos compartidos en redes sociales que a menudo están muy lejos de apegarse a estándares periodísticos de calidad. Es en las redes sociales donde más vemos que el número de clics y la supuesta primicia predominan sobre las noticias y los comentarios debidamente verificados. Todo ello complica todavía más la defensa de la libertad de prensa, la cual continúa siendo reprimida injustificadamente en varios lugares del mundo.
En estas circunstancias, ¿en quién recae la responsabilidad de asegurar que no se sofoque el debate basado en hechos verificados?, ¿quién debe fomentar el potencial de los medios para construir un mejor futuro para todos?, y ¿cómo podemos proteger los derechos fundamentales a la libertad de expresión y la libertad de información, condiciones ambas indispensables para el periodismo libre e independiente?
Cuando se altera la libre circulación de información se corre el riesgo de que la desinformación impida a las comunidades tomar decisiones con conocimiento de causa
La respuesta está en vernos a nosotros mismos como agentes de cambio, ya sea como representantes de gobierno, miembros de la sociedad civil, empresarios, académicos o miembros de la profesión periodística. A cada uno nos incumbe desempeñar un papel, ya que compartimos el interés de preservar la libertad de prensa, que facilita nuestra capacidad de buscar, recibir y transmitir información.
Lo que acontece a los periodistas y al periodismo en cada sociedad refleja el respeto de ésta por los derechos fundamentales a la libertad de expresión y de información. Cuando un periodista es amenazado, hostigado o asesinado, la sociedad entera sufre las consecuencias. De la misma manera, cada uno de nosotros se ve perjudicado cuando la censura o la injerencia política coartan la libertad de prensa, o cuando la contaminan la manipulación y los contenidos falsos. Cuando se altera la libre circulación de información se corre el riesgo de que la desinformación impida a las comunidades tomar decisiones con conocimiento de causa.
En este contexto, en 2017 el Día Mundial de la Libertad de Prensa lleva por tema: Mentes críticas para tiempos críticos: El papel de los medios para el avance de sociedades más pacíficas, justas e inclusivas. El tema está relacionado con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan ambicioso de quince años que compromete a los Estados Miembros de las Naciones Unidas y a sus organismos especializados a trabajar por la prosperidad, la paz y el desarrollo a nivel mundial. El papel del periodismo es central para alcanzar el Objetivo 16 de la Agenda, que aspira a facilitar el acceso a la justicia para todos y a crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas.
El periodismo libre e independiente refuerza la democracia, la justicia y el Estado de Derecho. El periodismo es también necesario para combatir la desigualdad económica, hacer frente al cambio climático y promover los derechos de la mujer. No obstante, sin audiencias que reclamen narrativas bien investigadas el periodismo crítico estará cada vez más marginalizado. Cada ciudadano tiene capacidad para influir en la calidad del ambiente informativo que lo rodea. Las noticias falsas seguirán reproduciéndose si consideramos que una noticia es noticia sólo porque lo parece. La ausencia de pensamiento crítico únicamente acelera su propagación. A través de la alfabetización mediática e informacional se pueden crear defensas para combatir este fenómeno en cada individuo.
Este Día Mundial de la Libertad de Prensa recordemos que el periodismo basado en hechos verificados es la luz que ilumina el camino hacia un futuro mejor en el que comunidades bien informadas trabajen de consuno, conscientes de la responsabilidad que tienen hacia ellas mismas y hacia el mundo en el que conviven con las demás.
Este análisis pertenece a la cobertura especial que EL PAÍS está realizando durante este mes con motivo de la conferencia del Día Mudial de la Libertad de Prensa de la UNESCO.
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