Liberar a un dragón
La literatura infantil es clave para educar a niñas y niños en la solidaridad
En estos tiempos tecnológicos en los que es tan difícil fomentar y cuidar la afición a la lectura, los profesores tenemos en nuestras manos muchas posibilidades para cuidar y transmitir a nuestros alumnos esa maravillosa adicción como es la lectura.
Con los libros desarrollamos la curiosidad, la imaginación, la memoria, la sensibilidad y, sobre todo, educamos en la empatía .Debemos encontrar la lectura adecuada en la que nuestros alumnos se vean reflejados o sean capaces de ponerse en el lugar del otro, ponerle nombre a las emociones que las lecturas les producen y tomar decisiones con respecto a sí mismos y a los demás.
Cualquier niño de cualquier edad, encontrándose en el lugar adecuado con un libro determinado, puede emocionarse con su lectura y encontrar entre sus páginas una serie de valores que , trabajándolos de forma individual o grupal , les lleven a afrontar retos y situaciones en su vida. Aunque no lo creamos, el “más infantil” de los libros puede llegar a tocar el corazón de los “mayores “.
Imparto un taller de Comunicación en 6º con niños de 11 y 12 años. Hace unos días entré con un “libro de pequeños” llamado “¿Quién sabe liberar a un dragón?“, de Paloma Sánchez Ibarzábal . Es un libro de El Barco de Vapor serie azul recomendado para niños de 7 y 8 años. Pocas páginas, mucho dibujo, letra grande….Las caras de los niños eran un poema : menudo rollo nos iban a leer , qué tema, qué personajes : dragones, princesas, caballeros hadas… A nosotros que somos mayores y nos gustan otro tipo de personajes , la fantasía entendida de otra manera… Y con ese rechazo , empecé a leer . No hay nada más emocionante para un profesor que ver como leyendo un libro sus alumnos sueñan. Que sin darse cuenta, pasan a ser los protagonistas de esa historia y de esas vidas. El mismo sentimiento de tristeza que experimenta el dragón, los juicios negativos que se formulan sobre las personas antes de conocerlas, lo poco que se valoran, lo mucho que tienen respecto a otras personas que recogen lo que otros tiran y eso les hace felices, puede darse en su propia vida. Cuando faltaban unas pocas páginas para terminar el libro, paré la lectura. Aunque todos protestaron, el final de esta historia lo tenían que escribir ellos.
Los niños son mucho más naturales y exigentes ante las diferencias sociales de nuestro mundo. La mayoría exentos de prejuicios , sobre todo en estas edades, se dan cuenta de las injusticias que nos rodean. Y hacen preguntas y buscan soluciones. Hay muchos libros para leerles, muchas historias para contarles…
Asun Yraolagoitia es educadora en el Colegio Sagrado Corazón de Ferraz (Madrid). Lleva años educando a niños de primaria y secundaria en el placer de la lectura. Y en todos los mundos a los que pueden acceder a través de ella.
No sabemos lo que llegarán a ser cuando crezcan nuestros pequeños oyentes y lectores pero nosotros, educadores , tenemos en nuestras manos a esos niños que en un futuro podrán ser capaces de transformar el mundo y hacer de él un lugar más justo, sostenible y solidario.
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