_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¿Me muero?

A ver si encima de ser aplastado por pobre, te matan los papeles extraviados del Ministerio del Interior

Juan José Millás

Las cosas no van bien, como dice el Gobierno. Ni mal, como digo yo. Van bien y mal a la vez, lo mismo que una soga trenzada con hilos de diferentes calidades. El problema es lo que intentes colgar de ella. Quizá sirva para ahorcarte, pero no para soportar el peso de una caja fuerte en una mudanza. Las cosas van bien para ahorcarse, pero no para mirar el futuro con esperanza. Al contrario, todo apunta a que se van a poner peor para los jóvenes y para los pensionistas, aunque quizá a Urdangarin le rebajen la pena en el Supremo y aquí no haya pasado nada. Las cosas están bien y mal a la vez. Miente quien afirma que solo van bien o que solo van mal. El problema es de qué lado cae la bondad y de cuál la maldad.

Me lo dijo el médico tras estudiar mi analítica. Usted está bien y mal al mismo tiempo. ¿Pero me voy a morir?, le pregunté. Todos nos tenemos que morir, respondió ambiguamente. Esto es lo que viene a decir el ministro Catalá, por poner un ejemplo, cuando niega presiones políticas sobre la fiscalía. No las hay, pero todos nos tenemos que morir. Así las cosas, la cuestión es a quién le tocará pasar por debajo de la caja fuerte sostenida por la soga mal hecha de la que se hablaba más arriba. ¿Lo dictará el azar, la clase social, el nivel de estudios? Que cada uno responda desde el fondo de su corazón. Por cierto, ¿qué habrá en el interior de esa caja fuerte? A ver si encima de ser aplastado por pobre, te matan los papeles extraviados del Ministerio del Interior.

Claro que no todo se puede reducir a una cuestión de subjetividades. Muchas folclóricas alababan la dictadura porque con Franco, decían, les había ido bien. Pero ahora, ¿en qué parte de la cuerda está el bien, en la del ahorcado o en la del verdugo?

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_