La entregada lucha de un padre para que todos los hombres aprendan de una vez a peinar a sus hijas

Los vídeos de padres tratando de peinar a sus hijas con todo tipo de técnicas exóticas se han convertido ya en un clásico de YouTube. Los que hay que piden a las niñas que giren sobre sí mismas, los que optan por técnicas próximas al contorsionismo y quienes, en un intento desesperado por dar con la coleta perfecta, recurren a... la aspiradora.

Una desaguisado que se propuso cambiar Phil Morgese, un padre soltero que reside en Florida, EEUU, y que experimentó esta situación de desconcierto cuando se tuvo que poner manos a la obra con su hija Emma: "A mi hija le encanta su pelo, así que me he pasado un montón de tiempo buscando en Internet cómo avanzar cuando tenía que peinarla y se me presentaba un problema", explica a BUENAVIDA.

Morgese, frustrado por la dificultad y la falta de información que había al respecto, creó en 2015 una comunidad online a la que bautizó como Daddy Daughter Hair Factory. Su misión estaba clara: animar a los padres que querían aprender a peinar a sus hijas. “Al aportar a los padres o figuras paternas las herramientas que necesitan para apañarse con las tareas de peinado, esperamos contribuir a que creen lazos más fuertes con sus hijas”, señala Morgese. "A mi hija Emma le encanta el tiempo que pasamos juntos –practicamos casi a diario– y también a menudo me deja que sea creativo así que yo también disfruto un montón".

"Cuando los padres peinan a sus hijas en San Valentín"

Después del éxito de su primer taller, Morgese se animó a seguir adelante con la iniciativa y ampliar su radio de acción más allá de su comunidad de vecinos. Un año después, cuenta con la colaboración de otros 17 padres que ejercen como profesores en las clases que ofrecen de forma gratuita, además de colaborar con más de 60 asociaciones y compartir sus tutoriales en vídeo. "Desde que lo creamos solo hemos recibido cariño a través de las redes sociales", recuerda Morgese. "A la gente le encanta ver cómo los padres ejercer un papel activo ayudando a otros, y estando disponibles para sus hijas".

Sus pupilos —calculan que más de 300 padres han participado en los talleres— ya no se conforman con la típica coleta que te salva del apuro para salir corriendo hacia el colegio, sino que se atreven con peinados mucho más elaborados: trenzas de espiga, combinadas, moños de bailarina... Coincidiendo con San Valentin, por ejemplo, organizaron un concurso con peinados que debían incluir formas de corazones.

Aunque se siente orgulloso por el éxito de la iniciativa lo que más valora Morgese, más allá del resultado del peinado, es la experiencia que padre e hija comparten durante el proceso: "Incluso la trenza más desastre puede hacer que paséis un tiempo juntos", explica. "Y eso es lo más importante. Esto no va de trenzas, va de crear vínculos". Y concluye: "Los roles de género deben terminar. La paternidad ha evolucionado y necesitamos conectar con nuestros hijos porque es lo que de verdad va a cambiar este mundo".

El truco de la aspiradora que puede tener los días contados