_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¿Humanos?

Y la UE no es más fiable, como está demostrando su rácana actitud para con los miles de inmigrantes que hoy imploran helados de frío la hospitalidad cívica de Europa

Fernando Savater
Miles de personas protestan en el centro de Londres, un día después de la toma de posesión de Donald Trump
Miles de personas protestan en el centro de Londres, un día después de la toma de posesión de Donald Trump© CORDON PRESS

El nuevo presidente americano ha despertado serios recelos y protestas anticipadas entre los defensores de los derechos humanos, en su país y fuera de él. No sin motivo, pues las opiniones vertidas por Trump sobre los inmigrantes latinos, sobre los musulmanes, sobre la tortura o la ecología, su actitud ante la prensa, las mujeres, etcétera... definen un perfil poco deseable en el primer mandatario del país más poderoso e influyente del mundo. Menos justificado está hinchar el escándalo hasta que parezca el primer caso de político poco entusiasta de esa declaración de derechos tan elogiada. Incluso Obama, admirable tanto por sus méritos como por sus detractores y elocuente defensor de los DDHH, ha preferido dejarlos en la penumbra en su relación con la dictadura cubana y en su última resolución sobre los inmigrantes ilegales que huyen de la isla. Si nos centramos en España, difícilmente pueden predicar sobre el tema desde Podemos, cuya complacencia no sólo con Cuba sino con Venezuela y hasta con Irán está demostrada, por no mencionar su ambigüedad —seamos piadosos— frente al terrorismo etarra y sus víctimas. Pero tampoco puede presumir el Gobierno conservador, que acaba de enviar al Rey a reforzar nuestras “tradicionales” buenas relaciones con los sátrapas saudíes, una teocracia tiránica que conculca todos los derechos de la carta, por muchas corbetas que encargue a Navantia y muchos AVE que les construyamos para ir a la Meca. Y la UE no es más fiable, como está demostrando su rácana actitud para con los miles de inmigrantes que hoy imploran helados de frío la hospitalidad cívica de Europa, sobre la nieve ante otra Canossa.

Los DDHH no definen el rostro de los demás, sino el nuestro. Un día despertaremos sin máscara ni coartadas y nos veremos de verdad en el espejo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_