El ‘cerdito’ herido
Con la psicosis ya firmemente establecida en torno al cerdito herido del fondo de reserva de las pensiones, muchos nos planteamos si nuestras aportaciones serán suficientes para sufragar el merecido descanso del que disfrutaremos casi con seguridad a partir de los setenta años. Los que tenemos el privilegio de trabajar vemos el descuento creciente que, mensual y religiosamente, se nos realiza en nómina creyendo que eso garantiza nuestras pensiones. Pero lo que es de todos no es de nadie, y la suma de mis aportaciones al maltrecho cerdito están lejos de garantizarme nada. Quizás sea hora de revisar desde la raíz nuestro sistema de pensiones y aportaciones. Hoy, la duda razonable se convierte en alarma en la ciudadanía. Los pellizcos a la hucha diezman su contenido y no son pocos los que vaticinan la creación de un impuesto único y exclusivo para volver a llenarla. Evidentemente si esto se lleva a cabo, veremos como se nos detrae otra cantidad de las ya exiguas nóminas mientras continúan los desmanes y despilfarros. Dependerá de un estudio de pérdidas electorales, nada más.— Pablo Cambronero Piqueras. Sevilla.
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