10 fotosEl Nazareno, refugio de musulmanesUna treintena de monjas decidió abandonar el convento para cedérselo a los refugiados. La mayoría son afganos y pakistaníes Italia - 08 dic 2016 - 08:08CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceHace una década que Masoud Latifi no pisa Kabul. Hoy, después de vivir en Irán, Grecia y Turquía, es profesor de italiano e intermediador cultural en Italia. Ayuda a integrarse en el país a los que como él, un día decidieron abandonar Afganistán. Rubén Martínez MateoMasoud Latifi, con la pulsera de su país en la muñeca, no olvida sus raíces. Apunta en caracteres latinos su nombre y el de sus compañeros. Con 16 años se involucró en el partido político de su padre, que lucha por los derechos de las mujeres en Afganistán. Los talibanes le persiguieron "por repartir libros prohibidos".Rubén Martínez MateoEl Nazareno, hace justo un siglo refugio para los heridos de la I Guerra Mundial, es una de las estructuras extraordinarias que acoge a los refugiados en Gorizia, que se ha convertido durante meses en desembocadura de los refugiados que llegaron a Europa huyendo de los conflictos de Oriente Medio. Rubén Martínez MateoJan Muhammad en la cocina-escuela. Aquí comen, pero también estudian italiano. Hay normas. Un cartel pegado en la puerta advierte de que está prohibido comer en las habitaciones, excepto pan.Rubén Martínez MateoEl convento no se limpia solo. Son los refugiados quienes se organizan para una mejor convivencia. En turnos de desayuno, comida y cena asumen las tareas de limpieza. También les sirve como actividad de integración.Rubén Martínez MateoLas habitaciones constan de cuatro camas y un armario central donde almacenan un poco de ropa, toallas, mantas y papel higiénico. La habitación de Jan está en el segundo piso, a pocos pasos de la improvisada mezquita. Rubén Martínez MateoLos refugiados suelen hablar una vez a la semana con sus familiares. El turno de Jan suele ser los viernes. “Quiero encontrar un trabajo, de lo que sea, e intentar traérmelos”, confiesa.Rubén Martínez MateoEl Nazareno fue durante muchos años el hospital de la ciudad. Aún conserva los espacios que lo recuerdan. Un grupo de refugiados charla en la sala de espera. En la primera planta se encuentra la enfermería. “Si uno se pone malo, se le aísla del resto allí. Un médico suele venir a verlo una vez por semana”, relata un voluntario de la cooperativa social Mosaico Central, gestora del espacio.Rubén Martínez MateoDe media suelen estar diez meses en este edificio, aunque alguno de ellos vive allí desde hace dos años. En el convento reciben asesoramiento en temas legales y se hacen las gestiones necesarias para que obtengan el estatus de refugiados.Rubén Martínez MateoLa mayoría son afganos y pakistaníes. “No pueden volver a sus países porque su vida corre serio peligro allí”, indican desde el Mosaico Central. En un principio había 90 plazas. En estos meses se ha acondicionado para que alojar a 150 personas.Rubén Martínez Mateo