_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Demolición

Junto a la casa natal de Hitler, en la calle Salzburger Vorstadt, estaba la pizzería Livorno atendida por una joven italiana

Manuel Vicent
Casa natal de Adolf Hitler en Braunau, Austria. eptember 24, 2012.
Casa natal de Adolf Hitler en Braunau, Austria. eptember 24, 2012. Dominic Ebenbichler (REUTERS)

 La casa natal de Adolf Hitler aún se mantiene en pie en Braunau, un pueblo de Austria, muy cerca de la frontera con Alemania. Cuando hace unos 20 años le pregunté la dirección a una mujer robusta que llevaba una cesta de verduras en la mano, ella como respuesta apuntó con la barbilla hacia unos policías, que tenían a unos árabes callejeros brazo en alto contra el furgón y les estaban escarbando unos papeles del bolsillo trasero. Aunque en su fachada costrosa un cartel decía que aquella casa era una librería pública, al parecer se trataba de una escuela de niños disminuidos psíquicos, y a través de las ventanas enrejadas de la planta baja se podían vislumbrar los tableros de trabajo con algunas creaciones infantiles, payasos de trapo con una pajarita de lunares, loros y mariposas dibujados sobre cristales, vacas de colores ingenuos pastando en una pradera. Braunau alude al color marrón, que fue el elegido en honor al führerpara el uniforme de sus milicias. La única indicación de la casa de Hitler era una gran roca de basalto que asemejaba un aerolito caído frente al portal. Había sido extraída de la siniestra cantera del vecino campo de Mauthausen y en ella había escritas unas palabras, que expresaban una aspiración de justicia, democracia y libertad en desagravio de los muertos y supervivientes de aquella gigantesca matanza. Frente a la casa natal de Hitler, en la calle Salzburger Vorstadt, había una chocolatería atendida por una joven italiana, que no sabía exactamente si ese tal ¿Hitler? había sido un músico, un escritor o alguien más importante, pero que cada vez venía más gente extraña al pueblo atraída por ese nombre. Parece que la casa va a ser demolida, no para borrar la última huella del siniestro personaje, sino para levantar cualquier negocio. De acuerdo con la ideología, lo lógico sería montar un local de comida basura.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Manuel Vicent
Escritor y periodista. Ganador, entre otros, de los premios de novela Alfaguara y Nadal. Como periodista empezó en el diario 'Madrid' y las revistas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo'. Se incorporó a EL PAÍS como cronista parlamentario. Desde entonces ha publicado artículos, crónicas de viajes, reportajes y daguerrotipos de diferentes personalidades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_